martes, 12 de febrero de 2008

Abstinencia

Ayer cumplí un año sin fumar: no me siento especialmente orgulloso de ello (bueno, un poco sí): el miedo fue el motor y esa es toda la explicación.
Es verdad que la vida del no fumador es más sencilla, que huelo flores que no olía, pero lo que más actúa es el miedo, no otros motivos, por buenos que parezcan. De hecho no fumo, pero en la intención soy un fumador compulsivo, aunque sin placer.
Y para celebrar que se cumple hoy un año de la operación, me voy al dentista.
Y a una esquina a llorar.

Addenda (13:30)
Vuelvo del dentista sin una muela, pero muy contento. Ni una mota de dolor, pero el miedo era inmenso.
He entrado, por seguir con la baraka, en una tienda de libros viejos: allí, Retorno a Brideshead en la primera edición en España, de 1982 (hay una argentina de los años cuarenta). Cielo azul azulísimo por la calle. Un avión cruzaba cuando miré hacia arriba en Platerías.

8 comentarios:

  1. Es muy revelador que la primera edición española de ese libro sea de 1982, ¡qué atrasados que seguimos estando culturalmente!

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  2. Azulísimo. Con eso ya es bastante. Un cielo precioso encima de nosotros.

    (Y llora todo lo que quieras, llorar es también precioso. Pero luego sécate las lágrimas y, hala, a seguir trabajando. No hay tiempo que perder.)

    ((Un abrazo con retazos de otro cielo y de otras lágrimas.))

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  3. Si te sirve de consuelo -como se suele decir- yo lo dejé hace dos años y medio. Aunque reconozco que no es una abstinencia sufriente, sino muy consciente de su libertad. Mi mente entendió (con ayuda del famoso libro "es fácil dejar de fumar si etcétera") realmente que fumar no me añadía nada.

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  4. Qué poetico final, hombre.
    Felicitaciones (también por lo del cigarrillo).

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  5. ¡Qué buen aniversario! Sobre Retorno, si no la has leído te recomiendo esta página de mi cuaderno; especialmente los últimos comentarios.

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  6. Pues enhorabuena por el aniversario. En fin, no está mal un año.
    Un abrazo manchego.

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  7. Carlos, seguí primero con interés, luego con aprensión y al final con alivio la discusión sobre Retorno a Brideshead, libro que releo cada cierto tiempo: Pensar que el sacrificio de Julia fuera inútil me angustiaba; menos mal que la aclaración de los motivos devolvió las aguas a su cauce.
    Sobre Waugh tengo alguna cosa escrita en estas entradas
    Lo que me hacía ilusión era esa edición antigua, la primera que vi del libro.

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