martes, 20 de noviembre de 2007

Paco Vighi

Vuelvo a Vighi.

En el poema CATEDRAL, entra arrepentido en la de Palencia, y todo se revuelve (p. 94-5):
Arrepentido -fui heterodoxo-
vuelvo a la iglesia:
Hermosa Catedral
la de Palencia.

Las campanas al verme
amenazan tirarse de cabeza.
¡Cómo ladran las gárgolas!
¿Se dice Teología o Teodicea?
(....)
(Teologal sonajero,
el sacristán
suena el llavero.)
(...)
Otro poema, Amanecida (p. 96):
Funerales de trinos
al lucero del alba (...)

En Viaje al Paular (p. 98):
En la baca vamos nueve;
hombres, seis, más un gabacho,
y la pareja de guardias,
fea como el dos de bastos.

En Burgos (p. 111) dice que en esa ciudad "de frío se muere el frío".

Aquí podéis oír un poema suyo.

2 comentarios:

  1. Vaya, otra amanecida...(Se ve que también le gustaban; en el anterior enlace había una en Peñalabra, y otra en Madrid, deprimente por demás en el carro del trapero, pero bueno...)

    Curiosa manera de verlo: Los trinos que despiden la noche, en vez de saludar el día, que es lo natural. Por ejemplo, como Aldana en su "cual sin arrimo vid, cual planta umbrosa/ viuda del ruiseñor, el cual solía/ con dulce canto al parecer del día/ invocar de Titón la blanca esposa".
    Eso es lo suyo: los grillos a la noche y los pájaros al día, y en medio aquella silenciosa pausa de Mario Quintana...

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  2. «Arrepentido, fui heterodoxo, vuelvo a la Iglesia.»

    ¿Por qué? ¿Se asustó de lo que vio fuera? ¿Fue una vuelta sincera o cobarde?

    Tengo que aprender tantas cosas.

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