He disfrutado muchísimo de los poemas de Francisco Vighi, palentino de padre italiano, que acabó ingeniería industrial ¡a los 36 años!, porque se pasaba el día en tertulias como la de Pombo. Tiene gran sentido del humor, puede ser profundo, es muy melancólico muchas veces. El prólogo de Andrés Trapiello es muy bueno (como siempre) y el libro* está muy bien editado: un verdadero placer.
Mi poema favorito es este, un haiku (de 1938, p. 58):
Cuando se murió el canario,puse en la jaula un limón.¡Soy un caso extraordinariode imaginación!
Este es triste, pero muy bonito (p. 194):
CONVALECENCIARompe mis cartas y mis versos.En la ventana hay un sol nuevo.Bésame y calla. Ya estoy bueno.
Un soneto provinciano sobre Nueva York, que acaba así (p. 114):
¡Oh Nueva York, con tu ruido y tu humo negro!¡Te falta todo! No hay en tus mañanashumo de hogar, ni ruido de campanas.No cambiaré mi andante por tu allegro.Prefiero ir con mi Julia y con mi abulia-del brazo de las dos- a la tertulia.
En otro (p. 139) me acordé de Juan Manuel, porque acaba así : [si alguien intenta propasarse con la bella] se le manda a Cer... cedilla /que es donde veranean los poetas.
Algunos poemas que recogió en una antología José Luis García Martín resulta que están en la red; no son los que yo elegiría, pero hay alguno bueno. También en la red un poema satírico contra todos los demás españoles escrito para los castellanos (¡eh, no os piquéis, que se trata sólo de un acto de catarsis). De hecho en un poema al río Carrión (palentino) dice que Por no ir a Valladolid / -cosas del nacionalismo- / se suicida junto a Dueñas / arrojándose en el río / Pisuerga... Gran tipo, este Vighi.
Más, otro día.
*Francisco Vighi, Nuevos versos viejos, edición y prólogo de Andrés Trapiello, Granada, Comares, 1995
¡Y pensar
ResponderEliminarque el planeta se ha de enfriar!
¡O calentar!
¡Hay que ver!...
¡Son buenísimos! Gracias por la recomendación. (Hibernando en Cercedilla)
ResponderEliminarMuy buenos.
ResponderEliminarGracias.
Vighi fué (murió en 1962) mi abuelo. Bohemio, con gran sentido del humor (" Soy gordo y epigramático,¡no pueden tomarme en serio!") y, además,profundo,él nunca se tomó la molestia de recopilar sus "versos" (así los llamaba) ni su obra en prosa; lo hizo su mujer (la abuela Julia). Participó en casi todas la Tertulias que en Madrid existieron antes de la guerra civil, fué profesor en la Escuela de Ingenieros industriales ("ingeniero me llaman los poetas/ poeta me llaman los ingenieros")y crítico musical durante su "exilio político"(¡bendito!) malagueño. Como murió siendo yo muy pequeña, todo lo que le conozco (¡ y le conozco muy bien!)es gracias a su mujer: LA ABUELA JULIA
ResponderEliminarYo le tengo mucho aprecio a sus versos, jocosos y un punto existenciales.
EliminarGracias por esos recuerdos, son un tesoro.
ResponderEliminarMe encantan los poemas de Vighi son lo mas original que he visto me relajan y me hacen sonreir con esa sencillez tan especial su libro de Nuevos versos viejos estupendo Bravo Francisco.
ResponderEliminarNo hay ninguna duda de nada. O quizás, sí la hay. Yo, la verdad, sobre las dudas más bien sé poco. Y también es cierto que apenas conozco Palencia: separada por los montes del Cantábrico. Claro, que menos sé de Vighi. Hijo de padre italiano: bien. Que acabo tarde la ingeniería, bien. Que lo hizo en Madrid, bien. Que mamo de los más profundao de Madrid, vaya, parece que sí. Que se murió en Madrid, bien. Que nació en Madrid (Que es Castilla pero no es pueblo de Palencia, ni está separado del mar por los montes). Eso es cierto. Vaya, cómo somos los madrileños de tontos (por dentro y por fuera) y arrogantes
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