Mi más calurosa enhorabuena a la gente de e-cristians, a Juristas cristianos y Médicos cristianos de Cataluña: se lanzaron a denunciar una trama abortista en Barcelona, frente a la indiferencia general y al hecho de que el aborto es de hecho libre en España (y un inmenso y nauseabundo negocio) y crece exponencialmente: ya 90.000 abortos al año.
En España, todos mirando para otro lado (yo también, aunque sólo sea por omisión). Bien, todavía queda gente que no se conforma.
Toda la información la tenéis aquí, en Forumlibertas. Además de los asesinos directos, la Consejería de Sanidad de la Generalitat de Catalunya y el Colegio de Médicos de Barcelona por su actitud pueden ser calificados directamente de ASESINOS. Dirán que no hicieron nada, pero son cómplices.
En La Vanguardia (gratis en la Facultad de al lado) hoy una noticia de Marta Ricart directamente inmoral también: cita a los de siempre y además cuenta con la complicidad de supuestos cristianos como Núria Terribas, del Institut Borja de Bioética, de la Universitat Ramon Llull ("de inspiración cristiana", pone en el artículo: casi mejor que dejara de inspirarles el cristianismo, si pudiera ser). Sí que menciona la opinión de una asociación de médicos católicos al final, pero todo el artículo es para pedir que se mejore la ley, que se adapte a la realidad. Repugnante.
Un dato en ese artículo: los abortistas llamaban a hacer abortos: hacer rompecocos. No recuerdo nada más siniestro. Y luego hablamos de los nazis y bla, bla, bla y qué buenos somos en España. Y me muero de asco y vergüenza.
Más asco físico: los métodos tal como los cuentan en ABC. Además, tenían trituradoras (también noticia del ABC).
También yo termino de leer los artículos que publica ABC sobre este asunto y sigo conmocionada e indignada. Me parece increíble que un país se llame civilizado, moderno, progresista y todas esas zarandajas y permita que se cometan estos delitos sin sentir un ápice de vergüenza.
ResponderEliminarHay un panfleto de 1920, que cita Carl Schmitt, que habla —creo que por primera vez— de la idea de la supresión de la vida indigna de ser vivida: Die Freigabe der Vernichtung lebensunwerten Lebens. Dice allí: «La impunidad de la supresión de la vida ¿debe quedar limitada al suicidio, o bien debe extenderse al matar a terceros». Claro, a los nazis les interesó mucho.
ResponderEliminarDigo esto por tu referencia a los nazis, que habrá quien crea que es exagerada, pero que sí me parece oportuna.
Y somos cómplices de eso y de muchas otras cosas.
Hay que vestirse de sayal y ceniza y no parar de pedir perdón a Dios, por esta generación perversa, por nuestros pecados y por los de nuestros coetáneos.
ResponderEliminarCon la repugnancia y la indignación no apetece pensar en la poesía, pero d'Ors en su serie de la segunda mitad del siglo XX tiene unos versos memorables al respecto.
¡Qué horror!
¿Cómo se puede uno creer nada de lo que digan estos progresistas supuestamente defensores de los derechos humanos pero que no mueven un dedo ante semejante matanza?
ResponderEliminarEsto es lo que habría que repetirles una y otra vez:
SI NO ESTÁS CONTRA EL ABORTO NO VUELVAS A HABLARME DE DERECHO HUMANOS.
Me apunto las mayúsculas del último comentario, y las repetiré una y otra vez, desde luego. Recomiendo vivamente, además, el último cuento de La piel de los tomates de José Jiménez Lozano.
ResponderEliminarEsos progresistas no es que no muevan un dedo ante esa matanza, es que la propician, no lo llaman "matanza" (sino "derecho a" o cualquier eufemismo, que en manipulación del lenguaje no tienen rival) y, seguramente, les parece limitativa e insuficiente.
ResponderEliminarCuando se abre la puerta, la que se abrió permitiendo el aborto en los tres primeros meses, la que se abrió permitiendo la investigación con embriones, de la que es abanderado nuestro ministro de Sanidad (incorporado al Gobierno de Zapatero como enseña de progreso y modernidad, y que tan vergonzosamente ha reaccionado ante los últimos descubrimientos en Japón y Estados Unidos -donde no se permitía la investigación embrionaria- sobre la capacidad regenerativa de las celulas adultas, que toda la comunidad científica ha celebrado como un hito, salvo él), después es difícil cerrarla: ¿Por qué sólo los no nacidos?
De hecho ya estamos un poco más allá: The Sunday Times, el 5 de noviembre, bajo el titular “Doctores: dejadnos matar a los niños discapacitados”, informaba de una propuesta del "Royal College of Obstetricians and Gynaecology" para que se pueda aplicar la eutanasia a recién nacidos con minusvalías. Todo ello bajo un nuevo eufemismo, el de "mercy killing”. No sean recalcitrantes, vienen a decir, que es sólo por compasión.
Efectivamente, entre eso y los gemelos del Doctor Mengele ¿qué diferencia hay? ¿con cuántos días o cuántos años pasa de ser compasión a ser un experimento nazi?
Por lo visto hay un relato de ciencia ficción que lleva el límite un poquito más allá (no recuerdo de quién lo leí en Scriptor.org): en él las "pre-personas", sólo alcanzan el estatuto de "personas" (con derechos y dignas de respeto y amparo) cuando son capaces de resolver un problema de álgebra.
Sólo un poquito más allá. ¿Qué estamos haciendo?
El relato al que cb se refiere se titula precisamente "Las prepersonas", del gran Philip K. Dick.
ResponderEliminarLa pena del relato que citáis es su culturalismo, ¿por qué un problema de álgebra? Para ellos, se empezaría a ser persona cuando se pudiera votar (a ellos, naturalmente).
ResponderEliminarqué horror. ASESINOS.
ResponderEliminarSiento -como dices- asco y veguenza.
ResponderEliminarUn grupo de feministas se inculpa ante el juez de haber abortado fuera de la Ley
ResponderEliminarQuince mujeres de la asociación feminista 'Alecrín' han entregado al juez de guardia de Vigo un escrito en el que se inculpan por haber abortado fuera de los supuestos que permite la Ley. Con este gesto pretenden solidarizarse con las 27 mujeres que han sido llamadas a declarar.
En cualquier estado de derecho, estas mujeres serían juzgadas y condenadas, ya que han confesado su crimen.
En España esto se convertirá en una mera anécdota sin consecuencias legales.