En Hesíodo el mundo va apareciendo (o conformándose) para que 'fuera morada firme para siempre de los dioses felices' (Teogonía, 128: ὄφρ΄ εἴη μακάρεσσι θεοῖς ἕδος ἀσφαλὲς αἰεί). Nosotros hemos llegado a pensar (¡horrible es decirlo!) que el mundo está ahí para que exista solo: no hay dios(es) y el hombre sobra; sólo los animales y las plantas tendrían derecho de estar aquí.
Por eso me consoló mucho el poema de Luis Pimentel (p. 130-31, las dos versiones son suyas):
PAISAJE SIN HISTORIAEn gallego (sin normalizar)
Era un aire nuevo,
virgen de pulmón.
Un nuevo mar,
virgen de náufragos.
Rosas sin estrenar.
Viento sin alas.
Luz sin plumas.
Camino sin huellas.
(La muerte aún no había nacido.)
Espejo sin recuerdos.
¡Qué honda tristeza...!
¿Cuándo llegará
la mano del hombre?
PAISAXE SIN HISTORIA
Era un aire novo,
virxe de pulmón.
Un novo mar,
virxe de náufragos.
Rosas sin estrear.
Vento sin áas.
Luz sin prumas.
Camiño sin rodeiras.
A monte aínda non nacera.
Espello sin lembranzas.
¡Qué tristura máis fonda en todalas cousas!
¿Cándo chegará a mao do home?
Buena entrada, y bonito poema de Pimentel. Qué delicia el gallego sin pasar por el rodillo normalizador. Lo digo, en parte, porque servidor es medio gallego por parte de madre, y lo de la normalización, los suevos, y hasta los celtas me cabrean bastante. Galicia romana, románica y romántica, proclamo.
ResponderEliminarMuy bueno el poema de Pimentel: bella versión del principio "antrópico". Y muy consolador.
ResponderEliminarPrimera vez que lo leo. Un poema precioso.
ResponderEliminarGracias.
Saludos,
LR.