miércoles, 21 de noviembre de 2007

Mitos lingüísticos

El bobo romanticismo dominante sostiene que hay palabras intraducibles, porque pretende demostrar que en algunas palabras hay una esencia inalcanzable, no meramente comunicacional o instrumental. Pero, naturalmente, todas las palabras pueden traducirse aunque no puedan reproducirse las peculiaridades fónicas del original o la traslación de sus connotaciones pueda requerir de explicaciones complementarias, como por lo demás las requieren muchos transportes culturales.

6 comentarios:

  1. Como traductor de oficio y antirromántico de convicción, algo me animaría a decir. Pero me encuentro con que el tono de Arcadi (me) invita poco: no me gustaría estar ni entre los bobos mayoritarios ni entre la minoría suficiente... Quizá sea una boutade. (Curiosa esta palabra: se puede traducir, pero dice más tal cual está.)

    Cordialmente,

    Gonzalo

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  2. En esas connotaciones está lo intraducible, en la medida en que la glosa, la explicación deshace el valor subjetivo, emocional, afectivo (vaya usted a saber!)de lo dicho. La sugerencia, el chiste que no necesita ser explicado tienen un valor. Y no es poco. Ah! No soy un romántico. Saludos.

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  3. Como anécdota de oficio: hace un tiempo escribí una reflexión titulada "Del color de las citas", pensando que si citamos las palabras de otro, es porque tienen una formulación especial (aportan color a un texto en blanco y negro). Ese color no siempre se puede recoger en la traducción; la frase con chispa puede perder la gracia por necesitar demasiados rodeos, una nota al pie en lo que era evidente en el original, por sonar forzada... Puede llegar incluso a que sea mejor quitar las comillas y pasar la palabra a un estilo indirecto, para que el lector no piense o que el original cita por capricho, o que la cita no merecía la pena como tal.

    En general, mi experiencia como traductor, cuando se refiere a textos muy ricos y sugerentes, es la de pérdida constante, a veces incluso de injusticia. Ahí está Góngora, intentando decir "Iban oscuros sola por la noche", por pura nostalgia de lo que se pierde...

    Saludos.

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  4. ¿¿¿Y lo reconfortantemente pedante y superior que te sientes al soltar la palabreja??? Explicándola luego con condescendencia al que te pregunta por su significado... Yo eso no lo cambio por nada. ¿Qué sería de los científicos bloggers si no pudiésemos soltarlas de vez en cuando?

    Válgame Dios; y qué cortitos y limitados somos a veces...

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  5. No soy filólogo, ni romántico, pero como traductor absolutamente ocasional, entiendo que la cuestión estriba no es tanto en traducir palabras, sino más bien en trasladar realidades.

    La intertraducibilidad interlingüística (a lo mejor ese «palabro» necesita de traducción urgente ;-)) es un postulado moderno. Todas las lenguas, según este postulado, serían realizaciones de una capacidad del pensamiento denominada lenguaje. También de la modernidad nace la idea de un lenguaje lógicamente perfecto (véase la «characteristica universalis» de Leibniz).

    Con ejemplos no literarios quizá sea más visible el asunto. Será por falta de conocimiento, pero entiendo que «Derecho» en español (al igual que «Recht» en alemán, y supongo que «Droit» en francés y «Diritto» en italiano) tiene una acepción que en inglés no tiene ni «law», ni «right».

    Si no estoy equivocado, y si el Derecho no es exactamente lo mismo que la ley (ésa que no tendría plural en «leyes»), «law» no es exactamente lo mismo que «Derecho». No por una cuestión lingüística, sino por realidades legales diferentes. De ahí, también, que «rule of law» no sea lo mismo que, aunque a veces se traduzca por, «Estado de Derecho» (en cierto sentido, puede ser su contrario).

    Y en cuanto a lenguas antiguas, que es tu negocio, ¿cómo traducirías οὐσία? El problema no es qué palabra encuentras, sino cómo la explicas, porque nuestra comprensión del mundo, la de occidentales del siglo XXI y la de griegos clásicos es absolutamente diversa. Con el ejemplo de οὐσία, para nosotros sería un «palabro» filosófico, pero para un griego clásico es una palabra viva de la lengua (que significa también lo que uno tiene, nuestra «hacienda»).

    De ahí que, sin ser romántico, a veces la traducción no es posible, no porque no se encuentre la palabra adecuada, sino porque la comprensión del mundo es distinta.

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  6. Prometo pensarme lo que me decís y seguir escribiendo en el blog sobre ello: muchas gracias por las críticas y aportaciones.

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