domingo, 1 de julio de 2007

Hic et nunc

Llueve, cielo cubierto entre gris y negro, 13 de mínima, 18 de máxima, llueve a ratos. La gente se desespera. Yo no sé si contento: al fin y al cabo no quiero derretirme de calor, como me dicen mis hermanas que les está pasando en Burgos.
Toda la mañana explosiones de cohetes; así nos vamos a pasar todos los fines de semana: Santiago no es una aldea, es una suma de aldeas y cada una con su fiesta. Yo pienso modos no ortodoxos de utilizar los cohetes en los que los lanzan. Menos mal que de repente me acuerdo de cuando de pequeños y no recuerdo que entonces me molestasen; de hecho íbamos corriendo a coger los palitroques. Y luego me acordé también de que la palabra palitroque sale en Camino.
En el periódico, fotos de gente que busca el medio de sobetear (híbrido de sobar y sabotear) las piedras del Pórtico de la Gloria, ahora que por fin han decidido prohibir el folklore de los tocones, de esas riadas de dedos asesinos que se estaban cargando el árbol de Jesé. Ahora habría que electrificar todo el Pórtico, para que sientan algo al menos si se siguen empeñando en toquetear. Otra posibilidad es poner una multa de 50 euros a cada uno que lo toque, para que se acuerde toda su vida.

5 comentarios:

  1. ¿Será posible? No te han quitado la glándula de la mala uva. Y pongo jajaja para que se vea que es en plan de broma. Pobres peregrinos asándose con las descargas del Pórtico de la Gloria, nunca mejor dicho (de Compostela, al Cielo).

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  2. He peregrinado cuatro veces a Santiago y nunca se me ocurrió pasar por los ritos compostelanos, ni siquiera abrazar al Santo. Me lo haré mirar.

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  3. jajaja no he podido evitar imaginarme el Pórtico electrificado..muy bueno...y muy mala leche! Me alegro que siga en forma y que la vaya bien.
    Un saludo!

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  4. Hombre, lo de sobar y cabecear el pórtico y aledaños siempre me pareció extraño, pero... ¡el abrazo al Santo! Después de despellejarme por el camino, le he soltado cada abrazo que ha temblado el misterio.

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  5. Me entusiasma lo de la electrificación. Me parece una contribución muy enxebre a la mortificación del peregrino; algo así como una mortificación pasiva (como la gimnasia) cortesía de la casa, que no va a ser todo dar cabezazos y comer centollo.
    Eso sí, la electrificación a ver si pueden ponerla selectiva, o sea matizada, a saber: que a los peregrinos activos, que ya llegan acalambraos y con la bota pegada al pie, a ésos por favor que no me los churrasquen.

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