jueves, 5 de julio de 2007

Estética Youtube

Me ha impresionado el titular de ayer en La voz de Galicia:
La valla que protege el parteluz del Pórtico da Gloria «soporta» las ansias de tocar de los visitantes
pero mucho más el texto, con jugosos detalles:

La estructura metálica anclada al suelo que protege el parteluz cumple con el objetivo de impedir el contacto físico de peregrinos y turistas. Está colocada a prueba de estiramientos, algo que no consiguen del todo las vallas laterales, porque hay personas que se contorsionan hasta límites indecibles para acceder al hueco en el que, sin valla, muchos metían los pies.

(...) En algunas personas era perceptible la decepción por no poder tocar la columna central del Pórtico. Otros preguntaban por el botafumeiro y querían verlo «aunque sea expuesto, porque hemos venido sólo por eso».
Claro, podría ponerme homérico con la noticia, bien fácil sería y tendría toda la razón, pero es que ya lo hice hace poco y en realidad la noticia me hace más bien gracia: es hasta conmovedor lo de la gente que viene a ver el botafumeiro, como si en Santiago no hubiera nada más. Y esos que quieren meter el pie, qué me decís, ¿no son geniales? Cientos de kilómetros, incluso miles, para intentar meter el pie por un hueco, o para ver un incensario gigante.
Claro, los pillines no dicen nada de la mariscada que se van a meter entre pecho y espalda después. Pero no dicen nada tampoco de que disfruten el paseo por una de las ciudades más hermosas del mundo. Es lo que podríamos llamar estética Youtube: escenas instantáneas y llamativas para poder contarlo.
Y sí que es triste que vean el Pórtico de la Gloria y se queden fríos, que los ojos del Cristo en majestad les dejen indiferentes, que del parteluz no noten el árbol de Jesé, sino sólo un posible objeto de tocamiento.
Lectura recomendada: La espalda de Parker, de Flannery O'Connor.

6 comentarios:

  1. A mí me gustaba engañarles. Haz la prueba: haz cualquier cosa absurda (por ejemplo, dar tres toques con tu rodilla a cualquier columna puede estar bien) con seriedad y verás como te siguen un montón de «peregrinos».

    También es muy bonito ver como en la exposición de El Señor de los Anillos (la película) la gente adora vaciados de poliuretano como si se tratase de algo sagrado. Y te miran mal si te ríes. Aunque eso sí, dentro de la catedral es normal aplaudir al botafumeiro. Lógico.

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  2. Es como esa conocida anécdota en la que a una señora le preguntan su impresión a la salida de una visita al Escorial y contestó tranquilamente: como todos los escoriales. (Hacen simplemente turismo, no van de visita ni en peregrinación, para eso se necesita una actitud que a muchos les parece esfuerzo, ellos se lo pierden)

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  3. Juanjo, yo he pasado muy buenos ratos viendo a los peregrinos que imitaban al inmediatamente anterior. En cierto modo me da pena que hayan perdido una fuente de distracción tan impresionante como esa del Pórtico de la Gloria.
    Una solución sería (es idea de un amigo) hacer una Catedral de plástico en las afueras de Santiago. A los peregrinos les iba a dar igual y todos ganaríamos.

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  4. Es que ya no hay mucha gente que pueda leer lo que dice el Pórtico. Eso sí, estarán muy bien educados en la ciudadanía.

    Escribí algo divagando sobre lo de la Educación para la Ciudadanía aquí. Me gustaría mucho contar con vuestras opiniones, si os apetece.

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  5. Todavía no hemos hablado del Monte do Gozo, que más bien habría de llamarse "de la aflicción", por el acongojante aspecto que hoy tiene.

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  6. Cierto, se olvidan de todo lo que tienen alrededor por una imagen que impacte y que puedan enseñar a los amigos. Este texto incide en un tema que también Francisco Ayala tocó en Au cochon de lait, un capítulo de El Jardín de las Delicias.

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