viernes, 1 de diciembre de 2006

Ecos

1. De la vista del Papa a Turquía:
Los textos en Alemania esd. Me ha gustado especialmente este, en el que habla a los ortodoxos de las distintas funciones de san Pedro y san Andrés. La de san Andrés fue:
Andrés, el hermano de Simón Pedro, recibió otra misión del Señor, una misión a la que su propio nombre alude. Dado que hablaba griego, se convirtió, junto con Felipe, en apóstol del encuentro con los griegos que acudían a Jesús (cf. Juan 12, 20 y siguientes).
(...) el apóstol Andrés representa el encuentro entre el cristianismo primitivo y la cultura griega, encuentro particularmente hecho posible en Asia Menor gracias a los Padres Capadocios, que enriquecieron la liturgia, la teología y la espiritualidad de las Iglesias Orientales y Occidentales.
(...) Los Padres Griegos nos han dejado un tesoro del que la Iglesia sigue sacando riquezas nuevas y viejas (cf. Mateo 13, 52).
En Open Book, Amy Wellborn recoge la noticia de que una noche 500 jóvenes católicos se pusieron a cantar debajo de la ventana del Papa, algo que debió de darle una gran alegría (y a mí me la da que lo hicieran).
2. A otro nivel, la presentación del libro de Ibáñez Langlois, Oficio:
Gran suerte de que contaran cosas de la presentación Cuaderno de vísperas y Batiscafo, y muy bien además.
Por suerte, podemos ir conociendo más poemas de Langlois: el que ponía ayer el propio E. G.-M. (y citaba otro anterior que ya pudimos disfrutar), uno que puso C. en los comentarios a este blog (y no os perdáis lo que dice Marta, que conoce personalmente al autor), los que cita Batiscafo, a quien le copio esto:

Con un Lienzo me cubro la cabeza, con polvo
y ceniza, con la profunda noche. La luna
se eleva en las montañas del valle de Josafat.
Una blanca Mortaja me ciñe ahora el cuerpo
mientras San Juan enciende los cirios. El infierno
vela en la faz de Dios el sudor de su sangre.
Las antorchas judías se acercan en la noche.
El Cíngulo en mis lomos: por los eternos siglos
empujan de esta soga los hijos de Israel.
En mi cuello la Estola. Estoy triste hasta la muerte.
Padre, si puede ser que este cáliz se aparte
sin que rueden los mundos de tus manos. Por fin
viene el Manto sagrado. Yo caigo de rodillas.
Jesús el miserable está en manos del cielo
con su oscuro terror. La misa ha comenzado.

Y la Misa es eso. Y no me había dado cuenta, yo, la rata.

4 comentarios:

  1. Maravilloso, espléndido poema. ¡El sacerdote es "otro Cristo"! Impresionante cómo mezcla los planos del presente y de la eternidad: el sacerdote, al revestirse para celebrar la Santa Misa, se prepara para vivir de nuevo la Oración en el huerto. La Misa es la Pasión eternamente renovada. ¡Qué llamada a compartir los mismos sentimientos de Cristo Jesús, como dice San Pablo, y a vivir "así" -de la única manera posible- la Santa Misa! De los mejores poemas religiosos que he leído en lengua castellana. Gracias. (PD: Una rata, querido Arp, ni siquiera lo habría entendido).

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  2. gracias por el link!

    la rata, pero hija de Dios! te manda un abrazo

    (no me creerás, antes de ayer me encontré con una rata de verdad (peluda y gorda) en plana calle!).

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  3. muy buenos los poemas de don JM, te recomiendo además su libro (ya no de poemas) Doctrina social de la Iglesia, buenísimo. Lo escribió en un mes... y sin lap top.

    le han hecho algunas correcciones, creo que ya van en una edición más cuidada que la primera que es la que yo leí... y debo tener en algún lugar...

    Usa mucho anglicismos, sobre todo en las Futurologías, pero parece que no escogieron ninguno de esos poemas con frases en inglés...

    Un abrazo!

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  4. Estoy leyendo un artículo de una amiga alemana y me acordé de ti por lo de los animales.

    Ella escribe "No hay sólo dos colores, el blanco y el negro: en general, somos más bien grises como los burros, o rayados como los cebras".

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