viernes, 3 de noviembre de 2006

Hacia Cádiz (VI)

En Cádiz (3)
En la plaza de Mina el Museo de Cádiz salva a esta ciudad, que por lo demás tiene lugares muy hermosos. Esta es una placita con árboles increíbles, como un drago o un ficus australiano, con raíces/tronco que parecen arbotantes. El problema de Cádiz -pontifico- es lo estrechas que son las calles, aunque supongo que se agradecerá la sombra cuando hace calor. Yo me sentía un poco agobiado, hasta que podía salir a alguna placita o me escapaba al mar, que por lo demás está por todas partes (ventajas de ser península).
En el Museo es muy llamativa la colección de restos fenicios: no son hermosos precisamente, pero cuando lo son se ve la influencia griega. Los restos romanos son espectaculares: hay toda una serie de tumbas, de distintos tipos, que nunca había visto así. Además hay vasijas, platos, trozos de pintura al fresco de una enorme delicadeza. Lástima que no haya nada griego, aunque todo lo hermoso es al final griego (en sentido estricto y en sentido amplio).
En la colección de pintura brillan los Zurbaranes y los Murillos: ¡me gustan tanto! Hay una serie con pinturas de cartujos de vestiduras blancas de Zurbarán que es una de las cumbres de la pintura española (he dicho), y Murillo, qué delicadeza, cuánto me gusta. Hay un Ecce homo, una Inmaculada niña. Cómo me gusta Murillo.
Aquí san Bruno, de Zurbarán, muy distinto del de la Cartuja de Burgos:

3 comentarios:

  1. Hace unos días alguien comentó que estas notas de viaje eran lo mejor de tu bitácora. Yo me sumo a esta opinión, las estoy disfrutando mucho y pienso que brillas en este género, como ya comprobamos en los textos sobre [desde] Austria. Agradezco la sinceridad de tus impresiones en este periplo gaditano, la forma de entrelazar paisajes y personajes, incluso la extensión: escueta, justa.

    Me alegra que te gusten tanto Zurbarán y Murillo; comparto esa pasión, ambos son pintores fascinantemente espirituales. Y respecto a lo que apuntabas en la entrada de ayer, te recomiendo que conozcas la Semana Santa andaluza. Yo era más bien castellano para estas cosas, pero fue descubrir la de Sevilla y no poder desengancharme. Además, ¡lo que disfrutaríamos leyendo tus notas de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección!

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  2. ¿Qué te parecen los Goya de la Santa Cueva? Supongo que un poco cuáqueros para tu gusto. ¿Sabes que esta cofradía gaditana fue la que le encargó a Haydn a mediados de los ochenta del dieciocho su serie de sonatas de las Siete Palabras?

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  3. Me quedé sin ver la Santa Cueva; pasé cerca pero me despisté y acabé en otro sitio, en una Iglesia en la que yo no veía Santa Cueva por ninguna parte. Me gusta bastante Goya, así que supongo que también me gustaría ahí (aunque soy imprevisible).
    Queda pendiente para la próxima visita a Cádiz.
    Lo de Haydn es realmente muy sorprendente. A ver si recupero el impulso austriaco y oigo algo de Haydn, a ver si me suena algo a gaditano.

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