viernes, 29 de septiembre de 2006

Dar caza al viento

Fui a comprar libros (saludable ejercicio: ¡incluso fui andando!), entre ellos el de Plácido Gil (Un adolescente en la retaguardia – Memorias de la Guerra Civil (1936-1939), Ediciones Encuentro, 2006), que me ha gustado mucho: hablaré mañana de él.
A la vuelta, en la Rúa del Villar, estaba la banda municipal. Me quedé allí: me gustan mucho las bandas, y esta en concreto (y la pago con mis impuestos, porque son todos funcionarios). Tocaron cosas de Morricone, de La Gran Vía. Yo antes no me hubiera dignado pararme a oír ese tipo de cosas, pero ya me he quitado los complejos y disfruto con lo que llega. Estaba allí, dentrás del tambor, y apareció Mônica: no pude evitar enseñarle la nueva edición de Antonio Ramajo Caño de la Poesía de fray Luis de León (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores), porque en la bibliografía final aparecía un artículo mío. Qué poco somos y qué tonto soy, pero claro que me había hecho ilusión. Hace años un profesor me sorprendió porque se buscaba en la bibliografía de los libros que salían. Ahora veo que me pasa lo mismo. De hecho, pienso que debería haberme citado más, porque yo daba sapientes datos en ese artículo (sobre citas de autores clásicos en fray Luis).
Y ayer en la Misa el Eclesiastés (el texto de Vanitas vanitatum). Abro el texto y veo esto que me llama la atención (I, 12-18):
Yo, Qohélet, he sido rey de Israel en Jerusalén. Y consagré mi corazón a investigar y a observar con sabiduría todo lo que se hace bajo los cielos. Es ésta una penosa ocupación, que Dios ha dado a los hijos del hombre para que trabajen en ella. He visto todo lo que se hace bajo el sol, y he aquí que todo es vanidad y dar caza al viento.
Lo que es torcido no puede enderezarse; lo que falta no se puede contar. Yo me dije en mi corazón: "He aquí que he adquirido una gran sabiduría, mayor que todos los que me precedieron en Jerusalén, y mi corazón posee mucha sabiduría y ciencia". Me dediqué a conocer la sabiduría y la ciencia, la locura y la necedad y comprendí que también eso es dar caza al viento. Porque cuanta más sabiduría, más pesadumbre; y cuanta más ciencia, más dolor.

6 comentarios:

  1. No recuerdo en qué libro publiqué este haiku:
    Último osario
    que me habrá de guardar:
    bibliografías.

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  2. Como filosofía de vida supongo que será como para inscribirlo en letras de oro en la cabecera de la cama. De hecho, debería cambiar el título del blog. "Cuanta más ciencia más dolor". Y la ignorancia avanzado, implacable.

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  3. Muy bonito el haiku, precioso.
    Y sí, podría poner de título ese 'Cuanto más ciencia más dolor' o 'Cazar el viento', que también estaría bien.

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  4. Supongo que hay que elegir entre el dolor de ser un hombre que busca la sabiduría o la insustancialidad de ser un hombre que mira la televisión.

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  5. Me niego a sentirme culpable por ver un partido del Dépor a la semana en la televisión.

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  6. Bueno, no pasa nada por ver al Dépor (que yo sepa).

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