Poco nuevo que contar respecto a la del año pasado.
Una viejecita, asomada a una ventana, que se puso en pie cuando pasaba la Custodia. Su hija la obligó a sentarse después: la fe sostenida por viejecitas que no se sostienen.
Algunos que se estaban tomando el vermú en las terrazas: unos que se ponían de pie y otros que no.
Muchos pétalos tirados al paso de la Custodia.
En el Obradoiro parecíamos pocos: cuesta llenarlo. No deja de ser un acicate para el próximo año.
Muchas gracias por tu entrada, si quieres, puedes pasarte por mi blogg... yo el jueves también dejé constancia de la Procesión del Corpus...
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