sábado, 10 de junio de 2006

Me desdigo

Hace unos meses dije que había que demoler la capilla de la comunión de la Catedral; bien, he de reconocerlo por mucho que me cueste, estaba equivocado, no, no decía más que tonterías.
En mi cambio de actitud han infuido dos factores: uno, que me he enterado de que es obra de Domingo Lois Monteagudo, arquitecto del neoclasicismo que conoce bien y valora gente que aprecio.
Y así es como cambio yo mis criterios en Historia del Arte.
También ha influido la experiencia personal:
El otro día estaba allí en Misa y oí unos pájaros que entraban por el lucernario del techo; miré para arriba y pude observar mejor la capilla; mirando así, sin ver el retablo y las dos sepulturas que pusieron después en los laterales, de mármol de pescadería, es de gran armonía, de un neoclasicismo sobrio muy interesante.
En cambio A. no se fijó en la capilla, sino en los pájaros. Eran colirrojos tizones. Sostiene A. que la madre deja de dar de comer a las crías durante la Consagración.

1 comentario:

  1. Será porque mi madre siempre me repite que fue donde escuchó la primera misa con mi padre ya casados (su luna de miel fue una noche en el Hostal de los RRCC), pero lo tengo por un lugar especial, tranquilo...es nuestro Panteón enxebre.

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