lunes, 5 de diciembre de 2005

Catedral de noche



Antes de la Misa, solo en el Pórtico de la Gloria, prácticamente a oscuras. Sólo se podía entrever las figuras por el reflejo que entraba por los cristales de la iluminación de Navidad en el Obradoiro. Me acordé de que uno de esos cristales pasó a la historia cuando lo rompió Ronaldinho, y el efecto poético que buscaba se deshizo un poco.
Todo saltó por los aires un minuto después, cuando llegaron los turistas, que toqueteaban con sus dedazos el árbol de Jesé y metían la mano por todo hueco que encontraron; menos mal que no tenía una metralleta a mano, porque este blog sería ahora mi Diario de la prisión (por otra parte, sería mucho más entretenido, no cabe duda).
De vuelta, don Germán me cuenta que su padre hizo los monumentos (no las estatuas) de Montero Ríos en Mazarelos (primero estuvo en medio del Obradoiro) y de Rosalía en la Alameda.

2 comentarios:

  1. Cuanta la leyenda (hay incluso quien dice que se lo oyó decir a él) que don Germán cuando era niño jugaba con sus amigos a correr a buscar a Valle-Inclán para tirarle de la barba... ¿?

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  2. Cáspita. Creo que es urgente que se aclare la verdad sobre esta supuesta leyenda.

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