Dice Francisco Umbral en El Cultural:
La novela fue siempre un género menor, popular. De la que lee, la gente más tonta prefiere la novela. Cogen una y se la zampan en tres tardes. Pero les das un libro de ensayo, una cosa de pensar, y ni lo abren. Le tengo cierto recelo a la novela y nunca la he hecho con convicción. Me jode ese sometimiento al argumento, a la intriga, a si se la tira o no, a si la mata o no. Para que me narren una historia, prefiero el cine, porque me lo cuentan en hora y media y habré visto una buena fotografía, a una tía estupenda, la actriz.Umbral es conocido por su afán de provocar y también por sus columnas en el periódico, pero no por sus novelas. Ahora publica unas memorias, que querrá vender, pero su tragedia es que no escandaliza ya a nadie, porque está ya todo visto y estamos de vuelta de todo.
En parte tiene razón; la novela surgió como un género menor, pero está claro que ahora es un género mayor, aunque no sé si está últimamente a la altura. El otro día pensaba que la gente de mi generación (los que estamos en torno a los 35) no ha escrito nada que merezca la pena (acepto sugerencias), y menos en la novela, porque Mañas, Loriga et tutti quanti no parece que hayan hecho nada de fundamento.
Pero a mí me sigue gustando la novela; como no encuentro ahora nada que me interese, tengo todo el siglo XIX a mi disposición (Galdós y los ingleses) y el campo abierto de las memorias y diarios. Y estoy deseando alguna novela actual interesante para leérmela en tres días y lamentarme después de que me haya durado tan poco.
Advertencia: no soporto ni a Javier Marías ni me gusta Pérez Reverte, gracias.
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