sábado, 21 de agosto de 2004

Scott Hahn

He vuelto a leer el Diario de Ana Frank; me ha interesado sobre todo la descripción de la (de su) adolescencia: cambios de humor, deseos de ruptura y a la vez necesidad de apoyo, rigor y rigurosidad, madurez e infantilidad a la vez. Es un libro sobre el que sobrevuela la muerte de Ana, pero que sería valioso sin eso, aunque justo sea su muerte lo que nos lleva a leerlo.
A otro nivel me está interesando muchísimo un libro de J. José Alviar, Escatología (Eunsa, Pamplona, 2004); veo que la gente quiere saber más sobre la fe, o sobre el cristianismo, pero acaban leyendo tonterías que les ofrecen los medios de comunicación, como el CdV (no quiero citarlo con todas las letras). Un consejo (para quien lo quiera): hay muy buenos libros de teología. Quizá este que estoy leyendo sea difícil para el que no conozca lo básico, pero puede acudir a otros, empezando por el Catecismo de la Iglesia Católica. Ahora me estaba acordando de varios de Scott Hahn, comenzando por el relato de su conversión (y la de su mujer): Roma, dulce hogar (Rome, sweet home), pero también los más teológicos como La cena del cordero o Dios te salve, reina y madre.

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