domingo, 23 de mayo de 2004

En Madrid

E. me dijo (amor de hermana) que mi blog era mejor que el diario de Trapiello; aunque me lo diga ella yo sigo viendo una distancia sideral: yo publico directamente lo que escribo y Trapiello lo deja reposar cinco años; él vive en Madrid y se queja de que no encuentra nada nuevo, pero más difícil lo tengo yo en Santiago y aquí sigo. Para seguir en esta senda de acercamiento al ídolo diarístico me he pasado tres días en Madrid: entre la vida y la literatura elegí irme y dejar huérfano este blog unos días; pero ha merecido la pena, porque tengo material para rato.
Nada más llegar varias noticias de 'buena fuente' que oí:
-El gobierno de Estados Unidos ha quitado ya el satélite que tenía a disposición del gobierno español para que observaran hasta las moscas del sur de Francia.
-En el incidente de Perejil Estados Unidos puso a disposición de España su flota en el Mediterráneo (mientras que Francia y Alemania se lavaron las manos).
-El rey no estaba nada contento con la boda de su hijo, pero tuvo que aguantarse porque Felipe destapó la noticia cuando ya no había marcha atrás.
Esto a la media hora de llegar a Madrid. En Santiago de lo más que te enteras es de que Fraga se puede volver a presentar a las elecciones.
No hay color: no se puede ser un gran diarista en Galicia.

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