-El acento griego antiguo, que no era de intensidad, sino "tonal", dicen, dejándome más a oscuras todavía. En conjunto, el valor musical y rítmico de la métrica griega.
-El funcionamiento de la Bolsa (de Valores) y el mercado financiero en general.
-Lo de gestionar el obturador y esas otras ruedecillas y botones de las cámaras de fotos.
-Al explicar a los pitagóricos y lo de los números, siempre tenía que decir que no entendía lo de la escala musical (3/4 y otros quebrados incomprensibles) y cosas así: nunca lo estudié y me temo que no lo entendería si me lo intentaran explicar.
-La distinción entre güelfos y gibelinos.
-Los apartados del Impuesto sobre la Renta. Yo busco el borrador que está hecho por la Agencia Tributaria, digo que sí, pago y hasta el año siguiente.
-La sucesión de imperios de Mesopotamia entre asirios, babilonios, sumerios, acadios y mil más que pululaban por allí.
Jajjajjajja. Comparto todo, menos lo de los güelfos, ay. Confundir a un güelfo blanco con un gibelino todavía puede tener la excusa de la vanidad (del güelfo blanco), pero ¡con un güelfo negro!
ResponderEliminarAhí, está el problema, que todo eso tiene ramificaciones que me rompen mis problemas de polaridades
EliminarYo estoy igual que tú con lo de la renta: agradezco ser pobre y "viejo" (sin propiedades o rentas que declarar, sin tener que preocuparme por las posibles desgravaciones que tenga por edad o esas cosas...) para poder sin más decir que "sí" al borrador y olvidarme hasta el año que viene.
ResponderEliminarEs un alivio no tener que pensar en qué hay que hacer, porque tiene una pinta complejísima la documentación de la Renta
EliminarCada uno con su caducada.. Lo del impuesto me resulta fácil, no ha cambiado nada en esencia desde hace cuarenta años cuando me lo estudié en la facultad, la estructura es la misma, cambian el tipo e importes de las desgravaciones y exenciones y por supuesto los tipos de gravamen y los tramos.. Lo de la teoría musical tampoco resulta excesivamente complejo, en niveles básicos : el descubrimiento y compresión del círculo de quintas , me abrió nuevos océanos. A los güelfos y los gibelinos los distingo por el número de sílabas: los primeros dos, como el Papa y los los segundos cuatro, como el emperador.
ResponderEliminarLo que me resulta incomprensible es lo que sea un fuera de juego y me lo han explicado muchas veces y me siento incapaz de recordar el color, y modelo de los coches de mis amigos por más veces que haya viajado en ellos. Ni el fútbol ni los motores me interesan lo más mínimo.
A mí lo de los motores, otro misterio insondable.
Eliminar¡Bravo! Me parto
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