lunes, 7 de octubre de 2024

Empapado de Tolkien

El viernes tuvimos a Enrique García-Máiquez aquí, hablando de Tolkien, inaugurando las Jornadas que había organizado la acdp de Santiago. A mí me gusta especialmente, de lo mucho y bien que él escribe (y habla), cuando se centra en los comentarios literarios. Ya pondré aquí el youtube de la conferencia, que disfrutamos mucho.

El sábado aproveché para devolver en la Biblioteca Pública, de camino a las Jornadas, dos novelas de noruegos, que eso es lo que leo ahora. Pues al poco de salir, de san Francisco al Obradoiro, empezó a jarrear: no había donde acogerse y el paraguas servía de poco, sobre todo por los bajos. Cuando conseguí refugiarme en el arco de Gelmírez tenía los pantalones empapados y para colmo me estaba torturando un gaiteiro al lado. Amainó un poco y llegué para la primera conferencia, de Diego Blanco, que explicó con gran sencillez los términos de la teoría literaria, desde el punto de vista del guión y el storytelling, que yo me fatigo tanto por intentar entender en los textos griegos: son aproximaciones distintas pero complementarias. Por ejemplo, yo tengo temor reverencial de usar la palabra hybris: él la asume en su esquema narrativo y le da un nuevo sentido. También la podréis ver en youtube.

A media mañana pude acercarme a casa a cambiarme y todo fue mejor. En las mesas redondas hubo intervenciones muy interesantes, como la de Alejandro Rodríguez de la Peña sobre Tolkien y la Edad Media. Yo hablé al acabar las Jornadas, sobre el estudio del lenguaje, de Tolkien como amante de las lenguas, no de la Lingüística, de estudiarlas y de crearlas. Su "preocupación lingüística" en la segunda edición del prólogo de El Señor de los anillos era la de hacer lenguas con un mundo en el que encajaran. Luego me fijé en casos de insuficiencia del lenguaje, partiendo del famoso "Di amigo y entra" y acabando con el juego de adivinanzas entre Bilbo y Gollum, donde "¿Qué tengo en el bolsillo?", una interrogativa deliberativa, es interpretado como una adivinanza, poniendo en movimiento acontecimientos que se cerraron muchos años después, en el Monte del Destino de Mordor. 

Yo soy el señor de la izquierda, el de la barba

1 comentario:

  1. Como Ángel no lo va a decir, estuvo muy bien. Especialmente iluminador señalando que las trampas y mentiras que Bilbo le cuela a Gollum son los primeros efectos que el anillo empieza a ejercer sobre su nuevo propietario. Aprendimos y nos divertimos con las vueltas del lenguaje.

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