El otro día, como un fogonazo, nos vi en una imagen de pequeños, jugando con cartones que recortábamos de las cajas de cerillas, que usábamos como moneda de cambio. Éramos muy pequeños, pero era como un juego de apuestas, quizá alguna de mis hermanas se acuerde más.
He buscado en esta memoria secundaria que es mi blog y resulta que ya lo había recordado en 2005, de cuando nos pillaron unas viejas jugando en la puerta de la Iglesia, al salir ellas de Misa.
Alguien hizo hace años una entrada sobre el coleccionismo de cajas de cerillas, muy bonita, y pone una colección de cerámica griega, nada menos:
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