martes, 6 de junio de 2023

La suciedad de la codicia

Estoy leyendo una edición crítica de Camino, el libro de san Josemaría. Me ha llamado la atención este punto que comienza con la avaricia, el 677:
Oro, plata, joyas..., tierra, montones de estiércol. —Goces, placeres sensuales, satisfacción de apetitos..., como una bestia, como un mulo, como un cerdo, como un gallo, como un toro.
Honores, distinciones, títulos..., cosas de aire, hinchazones de soberbia, mentiras, nada.
Fidel Sebastián aquí comenta el estilo ("Sucesión de frases nominales y contrastes de fuerte sabor clásico") y recoge un paralelo del beato Juan de Palafox:
La codicia bien se deja ver que es la raíz de todos los pecados... porque, aunque parece limpieza en su ejercicio y uso, y no tan asquerosa y fea como la sensualidad, pues la codicia trata en plata y en oro, en perlas y diamantes, y en frutos de la tierra, y esto no por manos propias, sino por las ajenas, antes parece que causa autoridad... Es cosa cierta que debajo de esa capa hermosa y dorada se hallan montañas, de estiércol, de víboras y miserias... (Cartas pastorales, 118).


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