Así traduce fray Luis de León los primeros versículos de Isaías 42 en el capítulo Faces de Dios de De los nombres de Cristo:
No dará voces ni será aceptador de personas y su voz no sonará fuera. A la caña quebrantada no quebrará, ni sabrá hacer mal ni aun a una poca de estopa que echa humo. No será acedo ni revoltoso. (65).
Más adelante hace otra traducción casi de lo mismo, en Brazo de Dios:
Veis (...) a mi siervo en quien descanso, aquel en quien se contenta y satisface mi ánima; puse sobre él mi espíritu; él hará justicia a las gentes; no voceará ni será aceptador de personas, ni será oída en las plazas su voz; la caña quebrantada no quebrará, y la estopa que humea no la apagará, no será áspero ni bullicioso (172).
Y poco después, en Rey de Dios lo recoge mucho más de memoria, mezclando:
No será bullicioso, ni apagará una estopa que humee, ni una caña quebrantada la quebrará (199).
Yo ya dije alguna vez que me gustaría una Biblia traducida por fray Luis. Este pasaje es muy especial y es interesante ver cómo lo va abordando, siempre bien.
Pues sí, ojalá existiese esa traducción completa a cargo de fray Luis.
ResponderEliminarPor cierto, por si llega a leerlo aquí: cada vez que en Misa o en otros textos escucho/veo "el fragmento del pábilo", o cada vez que pienso en mis miserias y me desespero, se me viene a la cabeza la madre de Enrique: (https://egmaiquez.blogspot.com/2009/01/el-pbilo-pasmoso.html) y me siento un poco más consolado. Es el contrario de una viñeta satírica que vi una vez de dos beatas a la puerta de una iglesia comentando "mucho Concilio, mucho Concilio, pero al final acabamos salvándonos los de siempre"...
Yo también me acuerdo de eso, que le dio pie a un libro de sus Diarios, que tituló así. Son unos versículos de una hondura tremenda y traducidos por fray Luis, todavía mejor.
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