lunes, 8 de noviembre de 2021

Vuelvo al CGAC 1

La mayor parte de la gente ni va ni quiere ir al CGAC, también porque seguramente ni saben que existe y, si lo saben, tampoco les importa. Yo, incluso cuando no voy, me acuerdo a veces del CGAC, que eso sí que es una enfermedad. Luego rajo y digo que muy mal, pero sigo yendo. Ya llevaba tiempo sin ir, pero con cierta inquietud, porque habían pasado varios meses y me dejé dos o tres exposiciones sin ver, aunque he mirado y tampoco creo que me haya perdido nada, pero ese no es el problema. 

Esta vez me dijo el segurata que me echase hidroalcohol a las manos y le dije que no. Bien.

Pasé delante de una cosa confusa que ahora descubro que era una exposición de diseño y me metí en lo que resultó ser la exposición de Hamish Fulton, que se dedica a documentar las caminatas que hace, algo muy propio para el Año Jacobeo. Va de un sitio a otro, poniendo como objetivo un pedrolo en medio del monte o en medio del campo, o se va desde Finisterre a Logroño (of all places!) o monta un grupo de gente que va de un sitio a otro (y a veces con un trasfondo político). A pesar de todo esto, me cayó bien. La exposición eran fotos y carteles con textos en los que documentaba ese paseo:

A mí me gusta lo que se ha currado la tipografía. El hecho de lo que anuncia, pues vale, que anden todo lo que quieran: no deja de ser provocador cuestionarse la pertinencia de andar en una ciudad como Santiago de Compostela, donde reina la metafísica del andarinismo.

Luego había paredes enteras con carteles enormes, pintados en la pared y marcados con cinta negra: muy currado, la verdad:

Aquí empieza a jugar con las letras de nombres y ¡tachán! sale Thoreau:

Esto es de las acciones más políticas, como se puede ver, pero sin dejar de caminar:


También había libros. A la izquierda nombres de bichos y a la derecha un ¿poema visual?:

Esta foto de un pastor me recordó a los que veía de pequeño. A estas alturas de la exposición ya estaba muy a favor, incluso hasta de andar:


Y seguían los grandes carteles:

Este era también muy grande.

Yo hablo mal del nacionalismo, pero qué contento me puse de ver una foto de mi pueblo:


Y ver relejes en un camino:

Esto era un poco como la Iniciativa Dharma

Hice fotos de detalle, para que veáis cómo hacía esos carteles:



1 comentario:

  1. He ido un par de veces al CGA, hace ya de esto muchos años, y he quedado tan escarmentado que no he vuelto, ni ganas que tengo, de poner un pie allí, y por lo que dices cuentas aquí, veo que siguen en la misma línea y no han mejorado en nada a la hora de hacer las exposiciones.
    Siempre me he preguntado la razón última por la cual ciudades tan emblemáticas para nuestra historia, cultura y religión como Santiago, Avila, Salamanca, etc, tienen que construir esta clase de museos que nadie visita, ¿acaso no tienen suficiente importancia o entidad en sí mismas? Está visto que nuestros representantes desconocen lo que tenemos y cuando lo descubren, se avergüenzan de ello, de ahí que prefieren esta basura y si hay algo en inglés, ya es el no va más.
    Un saludo

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