Estaba leyendo el inicio del canto 15:
Αὐτὰρ ἐπεὶ διά τε σκόλοπας καὶ τάφρον ἔβησαν
φεύγοντες, πολλοὶ δὲ δάμεν Δαναῶν ὑπὸ χερσίν,
οἱ μὲν δὴ παρ’ ὄχεσφιν ἐρητύοντο μένοντες,
χλωροὶ ὑπαὶ δείους, πεφοβημένοι· ἔγρετο δὲ Ζεὺς
Se me ocurrió hacer una traducción muy básica, palabra por palabra, para que se vea cómo es el texto:
Luego cuando a través de los entablamientos y el foso fueronhuyendo, muchos sucumbieron, de los dánaos a manos,unos justo junto a los carros se detenían parados,verdes por el miedo, aterrorizados; se despertó Zeus...
Y compararla con la versión de Fernando Gutiérrez que, como se ve, no traduce verso a verso:
Una vez la estacada y el foso cruzaron huyendoY la de Emilio Crespo:
y muriendo muchísimos bajo el poder de los dánaos,
detuviéronse entonces en donde los carros tenían,
verdecidos de miedo. Y entonces, en lo alto del Ida,
despertó Zeus ...
Mas cuando franquearon la empalizada y la fosa
en su huida y muchos habían sucumbido a manos de los dánaos,
se fueron deteniendo junto a los carros y se mantuvieron allí
pálidos de espanto y presas de pánico. Entonces despertó Zeus ...
A mí lo que me llamó la atención fue "verdecidos de miedo". En mi traducción literal puse «verdes», pero podría haber puesto «verdes pálidos» o «pálidos». Claramente es más riguroso el «pálidos de espanto» de Emilio Crespo. De todos modos, no deja de ser impactante ese «verdecidos de miedo»
La palabra chlorós es la que da lugar al «cloro» (y a la «clorofila»).
Tiene un paralelo muy interesante en Safo, donde dice de sí misma que, por los efectos del amor se encuentra χλωροτέρα . . ποίας «más pálida que la hierba». Depende a qué hierba se refiera, claro. No creo que fuera hierba de campo de golf.
Esta foto es de Nava del Rey, en Valladolid, a principios de agosto
No tiene mucho que ver, pero me he acordado del padre de Constantino: Constancio Cloro; lo de "cloro" era el mote, pues se ve que tenía un color de piel no muy sano...
ResponderEliminarMuy bien traído, sí.
EliminarEl subtono de piel oliváceo es predominante en el área mediterránea. Se caracteriza por dar un matiz verde amarillento (clorótico) al cutis que se percibe con más intensidad cuando el individuo se pone pálido a causa de enfermedades o emociones. En las personas de tez olivácea (que puede ser clara o más oscura, solo se trata de un matiz), esta palidez se incrementa con la anemia y la talasemia, enfermedades que suelen provocar clorosis en rostro y en zonas muy irrigadas como el dorso de las muñecas o los codos.
ResponderEliminarInteresantísimo, amable Anónimo
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