lunes, 8 de marzo de 2021

Gran biografía de san John Henry Newman

Me pilló por sorpresa la salida de un libro que yo ni me había atrevido a desear, una biografía de san John Henry Newman escrita por el mayor experto en español, Víctor García Ruiz, también excelente traductor de buena parte de sus obras. 

Lo llama Ensayo biográfico porque quiere subrayar que lo que quiere hacer en el libro es dar su visión más personal, pero sí que es una biografía lograda, producto de madurez, de la decantación de muchos años de lectura y traducción de obras de Newman y de estudios en torno a su figura. Me lo he leído como leía antes las novelas, como con prisa, sin querer que se terminara pero sin poder dejarlo. Son más de 400 páginas, pero yo hubiera preferido que hubiesen sido más de 800. 

El retrato de Newman que traza (por cierto que habla mucho de los que le pintaron) es impresionante, incluso para mí que ya creía conocerlo bastante. La verdad es que yo había leído varias biografías: de la de Morales tengo un buen recuerdo, pero lejanísimo, de la antología de textos personales que hizo el propio García Ruiz, Suyo con afecto, disfruté una barbaridad y tengo un recuerdo no tan bueno de la de Ian Ker, pesadísima, repleta de ese tono tan repelente de "yo estoy hablando en realidad para eruditos, así que si no sabes de qué va esto, es tu problema": la de Ker no volvería ni a mirarla, pero esta ya me apetece releerla.

Es la vida de Newman, escrita con libertad, sin tener que ir por carriles monótonos demasiado cronológicos y demasiado oficialistas. Como recoge al final datos de todas las biografías que se han escrito en español, que son bastantes, esta puede ser otra cosa. Yo creo que sobre todo se esfuerza en dar contexto: a mí me ha iluminado mucho sobre historia de la Universidad de Oxford en el siglo XIX, sobre el catolicismo inglés (y también el irlandés), sobre los efectos del clericalismo en el catolicismo, sobre las dificultades de gobierno de la iglesia inglesa desde Roma, con continuos malentendidos. Es un acierto que lo edite una editorial católica, para que nadie se llame a engaño, aunque yo el libro lo recomendaría a todo el mundo, porque creo que es uno de las mejores obras de historia del siglo XIX que podría haber podido leer (dentro de los que me apetecería leer, claro): es un retrato de los grandes ejes históricos, centrado en la lucha contra el liberalismo en religión, que es lo que marca la vida de Newman. Y Newman es una figura avanzada, innovadora, contraria a tradicionalismos varios, del irlandés al ultramontanismo clerical que dominaba y dejó una huella profunda en el catolicismo inglés. Él abre caminos, aunque en realidad sabe que lo que hace es seguir -con su conciencia iluminada por Dios- ese camino hacia Él: yo y mi Creador, esa es la seguridad básica que mueve a Newman, como se explica muy bien aquí.

Da coraje ver las dificultades con que tuvo que enfrentarse Newman y los fracasos que hubo de sobrellevar, zarandeado entre bandos clericales, en una pelea que marcó el catolicismo inglés, dominado por una jerarquía muy dirigista y muy dirigida, muy clerical y muy antiintelectual, al menos respecto a los laicos. Eso ha marcado claramente la historia de la humanidad desde entonces (no estoy exagerando): pero mucho de lo mejor del catolicismo de ese ámbito, con grandes repercusiones en el conjunto, se debe a Newman, una persona de cualidades excepcionales y virtudes asombrosas. En el libro se destaca sobre todo su humildad, su amor a la verdad, su laboriosidad, su fortaleza. 

Alguna crítica: al autor se le escapan algunos latinismos que podríamos dudar de que estén aclimatados aquí, como perfunctorio o hiato; a cambio tiene algún neologismo logrado: impeorable. Hay algunas erratas disculpables, pero tres que me fastidiaron, una latina (urbi et orbe, en vez de orbi) y dos griegas (τιμωροσ φονου en lugar de τιμωρὸς φόνου y οι περισσοι sin acentos: en la era postgutenberg en la que nos hallamos y teniendo amigos como los que menciona en el prólogo, poco le costaba poner οἱ περισσοί). Pero esto son ganas de ponerme borde, porque tengo miedo de dar la impresión de que estoy haciendo aquí una entusiasta reseña de esas oficiosas que abundan por España, cuando no es así: el libro es grandioso y me fastidia que aparezcan erratas tan tontas. Aunque fastidiarme, me fastidia más que nadie se haya enterado y yo casi de rebote medio año después de que saliera: compraos el libro, recomendadlo, leedlo, que si es por el autor no se va a enterar nadie. No sé si espera que la difusión se produzca por un milagro; Newman hubiera hecho lo contrario, con el talento publicístico que tenía.

2 comentarios:

  1. Si no albergara duda alguna sobre su honradez, pensaría que está usted a sueldo del autor. Me la voy a comprar. Newman siempre me atrajo. No he leído demasiado sobre él, la Apologia pro vita sua, se me atragantó, probablemente porque la leí demasiado joven, a los veintipocos. Gracias por la reseña

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    1. Sí, es el problema de que los suplementos culturales en España estuviesen pagados por las editoriales: todos los libros eran magníficos, excelentes. Ahora, cuando yo quiero decir que un libro como este es una maravilla, me cuesta transmitir justamente eso: que este es un grandísimo libro. Impresiona pensar los años de estudio que hay detrás de ese libro concreto.

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