En esos años hay un hecho decisivo, que es la expansión del Opus Dei, paulatina pero poniendo las bases de un desarrollo que en los años siguientes será muy rápido. Todo ello entre problemas de definición jurídica (pero el Fundador tuvo el apoyo decisivo de los Obispos) y sobre todo con un jesuita, el padre Carrillo de Albornoz, que literalmente llegó hasta Roma en sus quejas. También son años de tres informes potencialmente peligrosos de la Falange.
Lo que más eco exterior tuvo fue que unos cuantos del Opus Dei accedieron a cátedras, algo que otros percibieron como un masivo copar puestos.
Lo de los jesuitas se entiende porque muchos de los primeros de la Obra estuvieron en Congregaciones Marianas y los jesuitas, o al menos algunos, percibieron como un ataque que otros se fueran por ese camino, aparte de que no parecía que algunos vieran clara una vocación así, o incluso el hecho de que aquello fuera realmente una vocación y no un estado básico por defecto. Lo de Falange se explica bien en el libro (y lo complicaba todo que había unos pocos del Opus Dei en Falange). Lo de las cátedras se pone en sus límites justos: fue llamativo pero menos de lo que decían.
A la vez, va haciendo una prosopografía de todos los que van siendo mencionados que es muy ilustrativa, me parece. Por decir un ejemplo: un buen grupo de los que fueron decisivos en la renovación de la arquitectura en los decenios siguientes tuvieron relación, más o menos intensa, con el Opus Dei.
Datos que me han resultado curiosos, en el ámbito cultural:
Manuel García Morente tuvo en San Sebastián, entre el 29 y el 31 de agosto de 1941, una conversación con san Josemaría Escrivá, que le explicó qué era el Opus Dei (121 n. 298).
Entre los jóvenes que tenían relación con el Opus Dei y se reunían en San Sebastián para estudiar y hacer un rato de oración estaba Luis Martín-Santos, el novelista (222).
Félix Millet i Maristany, el primer presidente de Ómnium Cultural, ayudó a Escrivá y a los primeros del Opus Dei (312).
Torcuato Luca de Tena pidió la admisión en el Opus Dei, aunque estuvo muy poco tiempo. De hecho, él consideraba que en realidad nunca había sido de la Obra (452-3).
También estuvo (poco tiempo) un pintor y escultor después muy reconocido, Eusebio Sempere.
ResponderEliminarSí, hubo varios artistas, entre ellos Sempere.
Eliminar