lunes, 13 de julio de 2020

Un buen hombre es difícil encontrarlo

El sábado nos pusimos a ver una pelicula, Un hermoso día en el vecindario, que empezó con signos ominosísismos: para empezar, salió un título de "inspirada en hechos reales", que es mucho peor todavía que "basada en hechos reales", y ya sabéis que eso es uno de mis tabúes: lo de que pongan al principio esos títulos, no el hecho, porque todas las películas están basadas o inspiradas en hechos reales, claro está. Luego, el protagonista era Tom Hanks, que la verdad es que me cae muy mal. Empezaba el metraje y había decorados infantiles y canciones para niños. Pero el hecho es que me quedé hasta el final y disfruté mucho de la película, que recomiendo.


Todo gira en torno a Mister Rogers, un famoso (en USA) presentador de un programa infantil. Me parece que la cuestión de fondo es sobre si es posible que exista un hombre bueno, una buena persona y además que haga cosas buenas, realmente buenas. Flannery O'Connor discutió la cuestión poniendo en el centro de un relato de ese título a un asesino en serie. En esta película al que contemplamos es a una persona buena, de ese tipo de personas buenas ante las que -es la tragedia de nuestro tiempo- instintivamente hemos aprendido a ponemos en guardia, porque miramos con cinismo a alguien como Mister Rogers, un hombre blanco de mediana edad de sonrisa suave. Lo que nos han enseñado a ver en gente así es a pedófilos encubiertos, con lo que se supone que se sentirán menos mal esas criaturas acomplejadas y presas de victimismos que niegan que exista el bien. 
La película, en voz baja, tiene la audacia de hacer una afirmación positiva: se puede ser bueno, aunque cada uno tenga una carga detrás de tantas cosas que hemos hecho mal. Mister Rogers se preocupaba de cada persona, atendía a cada uno, les escuchaba. Puede parecer poco, pero es mucho.
No sé si a algunos os parecerá demasiado dulzona. Yo creo que es de verdad valiosa como película, muy valiente en lo que muestra a este mundo que vive de alimentarse de odio y usa la envidia para hundir al que quiere ser bueno. 

2 comentarios:

  1. ¡Ay las fobias! Yo tampoco aguanto al sr. Hanks, ni a Kevin Costner, ni a Burt Lancaster, salvo en El Gatopardo.

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    1. Me pasa lo mismo con Kevin Kostner, pero me gustó mucho en Un mundo perfecto, la película de Clint Eastwood.

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