lunes, 9 de diciembre de 2019

Por Italia 50 - Fiesole

Para mí Fiesole era un sitio relacionado con Fra Angelico. Resultó ser un pueblecito (pero a la vez sede episcopal) detrás mismo de Florencia, donde había unas vistas espectaculares del valle:



Las colinas que rodean la ciudad están cubiertas de árboles y hay por allí villas que deben de quitar el hipo, con jardines exquisitos que ni pude oler, en los que vivirán quizá ancianas inglesas ajadas:


Pero lo que creo que recordaré siempre de allí es el conventito franciscano de Fiesole, muy de juguete. A la entrada había una placa que contaba que de allí partieron monjes a evangelizar Etiopía:


Y tenía hasta damnatio memoriae al final, que por la fecha se supone de qué va:


San Bernardino de Siena (al que le tienen gran devoción por Italia) vivió en una de las celdas:


Esto era una celda. Daba agobio de lo pequeña que era. Muy cuca, pero sólo para mirarla:


Había un patio para el que me sale otra vez la palabra (odiosa) de "cuco". Daba ganas de hacerse franciscano y para pasarse allí la vida, cavando la tierra en torno a los parterres de rosas:




Esta escultura la había hecho una hija de Einstein. Cosas que pasan:

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