Vaya con Tomás Luis de Victoria

Yo he tardado en pillarle la tecla a Tomás Luis de Victoria. Sabía que era muy bueno, pero lo que oía de él no me impresionaba, no porque fuera malo, sino por cortedad mía. Pero con esto sí que lo he visto:


El texto es mejor seguirlo con la música. Yo disfruto mucho este canal de youtube porque puedes ir siguiendo lo que cantan. Y qué bien lo cantan, qué serenidad y qué hondura. Pero aquí lo tenéis entero:

Taedet animam meam vitae meae,
dimittam adversum me eloquium meum,
loquar in amaritudine animae meae.
Dicam Deo: Noli me condemnare:
indica mihi, cur me ita iudices.
Numquid bonum tibi videtur,
si calumnieris, et opprimas me,
opus manuum tuarum,
et consilium impiorum adiuves?

Numquid oculi carnei tibi sunt:
aut sicut videt homo, et tu vides?
Numquid sicut dies hominis dies tui,
aut anni tui sicut humana sunt tempora,
ut quaeras iniquitatem meam,
et peccatum meum scruteris?
Et scias, quia nihil impium fecerim,
cum sit nemo, qui de manu tua possit eruere.

Aquí una traducción (texto y traducción las tomo de esta página):

¡Estoy hastiado de mi vida!
Voy a dar curso libre a mis quejas,
a hablar con la amargura de mi alma.
Quiero decir a Dios:¡No me condenes,
dame a entender por qué te querellas contra mí!
¿Es decoroso para ti
hacer violencia, desdeñar
la obra de tus manos
y complacerte en los consejos de los malvados?

¿Tienes tú acaso ojos de carne
y miras como mira el hombre?
¿Son tus días los de un mortal,
son tus años los de un hombre
para que tengas que inquirir mi culpa
y andar rebuscando mi pecado,
cuando sabes que no soy culpable
y nadie puede librarme de tus manos?

El texto (Job 10.1-7) es el propio Job el que lo pronuncia, pero a mí me parece mucho más impresionante y mucho más hondo pensando, y creo que es la lectura más verdadera, que es Cristo el que lo pronuncia. Ni siquiera el propio Job, que es el que habla, cuadra de verdad en el texto, especialmente esas invocaciones de la segunda parte, diciéndole a Dios que si tiene ojos de hombre: y sí, que es Cristo el que los tiene y es hijo de Dios y sabe que su Padre sabe que no hay pecado en Él, pero lo sufre por nosotros.