jueves, 13 de diciembre de 2018

La belleza y su definición



En el libro de los escritos juveniles de Waugh hay a veces documentos pertinentes, por ejemplo una carta de Francis Crease, un calígrafo que vivía cerca del internado de Lancing, un hombre digamos que sospechoso, pero que le enseñó mucho de su arte. En esta carta a un Evelyn de 17 años le dice:
Lo que quiero decir es que tengo esperanza de que tú, como otras personas inteligentes, no vayas corriendo a por definiciones de Arte, Belleza y similares, percibiendo la definición y errando en percibir la Belleza cuando se acerca en un atardecer como este atardecer. Me acuerdo de un amigo de Oxford que siente la naturaleza destilando en un soneto en su sillón, pero parece que no la capta al aire libre. También me acuerdo de un erudito de Oxford*, de Corpus [Christi College], erudito en cuestiones griegas, que me contó que los otros sabios podían estar interesados en erudiciones sabias y datos sobre cualquier gema, pero su belleza siempre, o casi siempre, se les escapaba o no les interesaba. Me acuerdo mucho de ese escritor del XV que dijo: "Prefiero sentir la compunción que saber su definición"**

What I have in my mind is the hope that you like so many others of intelligence may not run after definitions of Art and Beauty and the like, feeling the definition and failing to feel the Beauty itself as it approaches on an evening like this evening. I can think of an Oxford friend at this moment who feels nature described in a sonnet distilling in his arm chair, but seems to fail in the open air. And again I remember a Don at Corpus  learned in Greek terms telling me how all the other Dons would be interested in curious knowledge and facts about any gem, but its beauty always, or nearly always escaped them, that did not interest them. I so often think of that fifteenth century writer who said –‘I would rather feel compunction than know its definition’ (205 n. 286; carta de 21 de marzo de 1920).
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* Se trata nada más y nada menos que de John Davidson Beazley (1885-1970), profesor de Arqueología Clásica en Oxford (1925-56) y la máxima autoridad de la historia en cerámica griega.

**Nada más y nada menos que Tomás de Kempis, De imitatione Christi, I.3: Opto magis sentire compunctionem quam scire definitionem.

1 comentario:

  1. A los eruditos por la erudición misma: no somos seres humanos atravesando una experiencia intelectual; somos seres intelectuales viviendo una experiencia humana.

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