martes, 27 de noviembre de 2018

Tocar las narices pero educadamente


[La foto es de aquí]

He terminado de leer el volumen de los textos juveniles de Evelyn Waugh. Ahí cuenta una burla que que les gustaba hacer en clase, el searching. Se trataba de hacer bromas o frases de doble sentido haciendo como que el que les hablaba, el profesor sobre todo, quería decir algo siempre en su sentido más absurdo posible (309 n. 512 n. 1).
Me ha recordado un episodio de esa maldad británica tan bien educada de Retorno a Brideshead, la tensión entre Charles Ryder y su padre en las cenas de un verano, que llega a su culmen cuando el padre se dedica a tratar a un amigo que ha llevado Charles a cenar como si fuera yanqui, haciéndole preguntas en esa línea ante su estupor creciente.

Qué retorcidos son.

Otro ejemplo. Escribe en su diario juvenil, pensando en la posteridad, sobre una visita al teatro:
Shaw es realmente sublime a su modo. (Frase trillada. El futuro editor, por favor, que la omita de la versión publicada. E.A.W.).
Esto es lo que contesta en una nota su sobrino editor, Alexander Waugh:
No. A.E.M.W. 
(356 n. 569 n. 7)

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