lunes, 9 de julio de 2018

Mal lector de Gómez Dávila

Hoy selecciona algunos escolios en Nueva revista Enrique. Yo, que presumo de admirador de Gómez Dávila. soy muy mal lector suyo, me conformo con lo que voy encontrándome citado de él, que es bastante. 
El domingo pasado me cogí la edición completa (son 1300 páginas) y continué por donde lo había dejado, hace ya tiempo, de la página 113 a la 128. Me apunté estos escolios:

La serenidad del arte griego parece el triunfo de caracteres étnicos sobre convicciones intelectuales.
Aquiles dialoga con su caballo fatídico bajo el esplendor del mediodía (113.5).

Que Dios sea una voluntad absoluta es una verdad que germina sobre las colinas de Judea (114.4).

Una vida intelectual veraz y austera nos rapa de las manos artes, letras, ciencias, para reducirnos a la escueta confrontación con el destino (116.3).

La sociedad del futuro: una esclavitud sin amos (117.7).

Al juzgar la obra de arte, las razones abundan cuando condenamos, pero sólo podemos prorrumpir en interjecciones cuando aplaudimos (119.1).

Los que denuncian la esterilidad del reaccionario, olvidan la noble función que ejerce la clara proclamación de nuestro asco (119.8).

Los lugares comunes no son frases que todos repitan sino ideas que todos inventan (125.6).

Una civilización florece cuando su clase dirigente sabe exigir del pueblo virtudes de las cuales ella suele eximirse (128.1).

El de Aquiles me parece una maravilla

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