Estaba una muchacha con pieles que tenía una mirada que impresionaba, y eso que estaba en una sala llena de otros Tizianos y de Tintorettos y Veroneses:
[La foto mejor, de wikimedia]
Otro día llegué a la sala donde estaban sus maestros. Atribuido a Giorgione está este retrato de una muchacha (des)vestida de piel:
El laurel que tiene detrás es como una especie de trasfondo enigmático. Pero lo mejor es la mirada hacia otro sitio. Hay un vídeo (bueno, en alemán, pero el cuadro se ve con mucho detalle):
Y por redondear el tema «pieles», otro día me encontré el retrato de Rubens envejecido al lado del que hizo de su segunda mujer, Helena Fourment, medio cubriéndose con un abrigo de piel, cuadro que ella conservó toda su vida y que me impresionó mucho, especialmente verlo tal como estaba, al lado del retrato del marido.
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