martes, 12 de enero de 2016

Casi dos días en Lisboa 17 (MNAA 3)

Yendo hacia atrás en el tiempo, me encontré estos dos bodegones de Antonio Pereda, el primero con unas granadas vivísimas:




En este otro pasamos a la amargura:



No apunté de quién era este cuadro, preocupado por hacer esta foto de un «lirio entre cardos»

Y qué alegría, encontrarme allí un cuadro de Cranach. Es Salomé, tan pancha (o quizá es que es un poco pánfila). Da escalofríos de tan serena:

1 comentario:

  1. ¡El Cranach es una pasada! Si no ves la bandeja, parece un retrato excelente, cuando la descubres notas la perversidad implícita en la mirada.

    ResponderEliminar