jueves, 1 de octubre de 2015

Ruidos de parchís y niños

Volví de Soria a Burgos, recogí a mi madre y ya estábamos en disposición de jugar la revancha: En la primera partida nos volvieron a ganar y ya desesperábamos, pero en la siguiente sucedió lo impensable y les hicimos morder el polvo a mis hermanas.

Al día siguiente nos acercamos a conocer la nueva parroquia de san Josemaría, que queda cerca, en terrenos de la antigua vía del tren y a la altura del camino a las Huelgas, que recorrió el santo los años de la guerra que pasó en Burgos.
La parroquia la han hecho amigos, así que iba bien predispuesto en todos los sentidos. Miramos en la web y decidimos ir a la Misa de 12. Resultó ser el primer día de la catequesis y aquello fue muy entretenido: había niños por todas partes dando guerra (y padres haciendo como que no se daban cuenta) y luego uno estropeó el micrófono y no se oía y a continuación en las peticiones un niño que no llegaba al ambón se quedó bloqueado leyendo. Muy entretenido, ya digo. El sacerdote mostró una presencia de ánimo que me edificó. Yo en su lugar (y con un bazooka en la mano) habría causado una masacre histórica. Al final nos dijo que había sido una gran Misa, en cuanto que Misa, y que ya se irían mejorando cosas concretas. Gran tipo, ya digo.

El edificio me gustó mucho. La torre es un columbario y la iglesia, el cuadrado del otro lado. En medio, los locales parroquiales:




Los retablos de la capilla del Santísimo y de la Iglesia tengo que volver a verlos. El fondo azul y oro es muy Yves Klein:





Pero más fotos y mucho mejores en la web de los arquitectos.

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