Luego, andando, la que iba en vanguardia era Eva. Yo la seguía. Y Marga y mi madre se iban parando: un buen rato en una mercería con una señora que les dio palique y les vendió unas sandalias. Y luego en una tienda donde tostaban cacahuetes. Mientras, a Eva y a mí nos dio tiempo de ver una iglesia por dentro y volver y recorrer una calle entera y vuelta.
En la de san Francisco contemplamos tumbas impresionantes del siglo XV, frisos de escenas de caza fascinantes, una cabecera gótica luminosa. Y al fondo, la tumba de Fernán Pérez de Andrade O Bóo (='el bueno'), espectacular, sobre un jabalí y un oso:

[la foto, de Arraianos]
Y esta es una foto mía del jabalí:

Y del oso:

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