martes, 7 de enero de 2014

Medina de Pomar

El último sábado de 2013 fui a Medina de Pomar con mis hermanas, que sabían que quería ver el Yacente de Gregorio Fernández.
Un sol muy hermoso en la carretera. Qué emoción volver a ver el valle de Valdenoceda al fondo abajo.
En Medina de Pomar estaba todo cerrado. Nos acordamos de mi madre, que se había quedado tan contenta con sus nietos en Burgos, mientras pasábamos delante de la iglesia también cerrada y un cartel con una foto del espectacular retablo tardogótico que nos íbamos a perder indefectiblemente se reía de nosotros.
No había nadie: era un apocalipsis zombie.
Vimos esta cortina en una puerta y nos alegró mucho porque de pequeñas hacían cosas así con tapones de botellas de vino:

Yo -para vosotros- le iba a a hacer una foto y justo entonces se oyó una voz: ¡detrás había una señora!


1 comentario:

  1. ¡Ah, qué bueno! Fotografía y humor a fin de año. Otra vez será, con el románico del Pirineo de aquí suele pasar algo parecido, ya que nunca están abiertas, las iglesias, cuando tú vas.

    Un abrazo

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