jueves, 30 de enero de 2014

Carne picada y pan rallado

Me acordé de golpe de cuando mi madre hacía con carne picada unas circunferencias aplastadas que luego cubría con pan rallado -la otra posibilidad era la esfericidad de las albóndigas ((entre paréntesis, qué bien las hacía y las hace, unas y otras))
De ahí salté a la carnicería de Castrojeriz. Entramos con Cruci, una hija del carnicero, cuando estuvimos en septiembre. Era como la recordaba:






A la izquierda, la fascinante máquina de la carne picada.

Lo del pan rallado: eran unas bolsas de plástico transparente cerradas con una pieza metálica, creo, o como de papel de plata.
Pero también podías hacer pan rallado en el molinillo eléctrico de café -años setenta: óxido en el cuenco y la tapa de plástico demasiado traslúcido: echabas un trozo de pan y el proceso fascinante.

6 comentarios:

  1. Disculpa el humor negro, pero siempre que me hablan de carne picada me acuerdo del final de la peli Fargo, de los Cohen. :-)

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  2. ¡Es verdad! Grandiosa escena. A mí me hacía mucha gracia, aunque no sé si a todo el mundo le gusta.

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  3. Bueno, nosotros vivíamos frente a una carnicería y lo normal era que mi hermana o yo fuéramos a encargar la carne, o a buscarla. Lo que más me impresionaba eran las cabezas de cordero, sueltas y en fila, sin duda. Todavía asistimos hace tres o cuatro años a una matanza real, nada simulada, del cerdo, y a todo lo demás. Ya lo hacíamos de pequeños, aunque visto desde ahora parece algo muy violento. Entonces no, aunque es verdad que mi abuela mataba a los conejos de un golpe certero y a las gallinas les cortaba el cuello sin dudarlo mucho, y nosotros delante. En fin.

    Un abrazo

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  4. Sí, nos parecía normal todo aquello. Ahora es mucho más conflictiva la relación con la muerte de los animales.

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  5. ¡Auténtica, sobre todo la cortinilla antimoscas con el escudo arriba bordeado de cables!

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  6. Ooooh En Maestu yo voy a la carnicería... Nieves despiezando pollos. Era genial su cuchillo.

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