Esos días de fin de diciembre en Burgos me dijeron mis hermanas que había un belén gigante montado por el Banco de Alimentos en el Museo de la Evolución Humana (y con record de visitantes que conseguir de por medio) y también una exposición de Miró en el claustro de la Catedral (Burgos, tierra de contradicciones).
Como podréis comprender, acabé volviendo al Museo de Burgos, que llegamos a unas edades en que nos abonamos al monocarril (y aunque soy del colectivo probelenes, estoy en el sector más tibio) y no tenemos tiempo para seguir sosteniendo un minuto más la estúpida admiración al timador Miró (y no soy constructor ni Aznar).
Allí tenían una pequeña exposición en la que destacaban dos arquetas de la Colegiata de Castrojeriz que me alegraron el día:
Y objetos de una villa romana que encontraron junto a Buniel por las obras del AVE. Este trípode -me he pasado el trimestre hablando de ellos a mis alumnos:
"(y aunque soy del colectivo probelenes, estoy en el sector más tibio)", — mon semblable, — mon frère!
ResponderEliminarHablando de Miró... El último de los comentarios es mío. http://www.elmundotoday.com/2010/10/muere-el-nino-que-pinto-los-cuadros-de-joan-miro/#comments
ResponderEliminarMe gusta tu blog porque tratas temas relacionados con el arte, muchas veces, pero también temas menos familiares para mí, como la religión u otros tipos de música menos familiares también para mí. Y se nota que has vivido en un pueblo, o en varios pueblos. Hay sobreentendidos que se dan, creo, entre la personas que son "de pueblo" aunque vivan en ciudades grandes y su vida sea, aparentemente, urbanita.
ResponderEliminarPero lo que quería decir es que estuvimos en el Museo de la Evolución en agosto, volviendo de Solares. Creo que dimos un rodeo bastante grande para pasar por Burgos, porque fuimos, si no recuerdo mal, a Torrelavega y de allí, por una autovía bastante empinada que pasa cerca de Aguilar de Campoo llegamos a Burgos. Creo que hemos estado, por diversas circunstancias relacionadas con el Camino de Santiago, varias veces en Atapuerca y otras tantas, cinco o seis, en el Museo de la Evolución Humana. No me importa dar rodeos, si eso hace que vea sitios que no he visto hace tiempo. Me gusta mirar por las ventanas del coche e imaginar cómo puede ser la vida en invierno en muchos de esos pueblos pequeños. Nada de bucolismos, he vivido en pueblos y sé que todo aquello que imagino apenas existe, esa es la verdad.
Estuvimos en el Museo porque había una exposición sobre, creo recordar, la belleza, y estaba bien .Agradezco, cada vez más, que en los museos me traten como un adulto, y no los infantilicen. Y agradezco que trates tantos temas en tu Web de manera adulta, aunque no esté siempre der acuerdo, como es, probablemente, natural..
Un abrazo
http://salmonetesyanonosquedan.blogspot.com.es/2014/01/el-museo-del-mono-no-consigue-desplazar.html
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