Estuve remoloneando sobre si ir o no a visitar el Museo de Reproducciones Artísticas, que ha terminado como anexo del Museo Nacional de Escultura, porque tenía, de cuando ese museo estaba en Madrid, una imagen de pesadilla de un mogollón de figuras de yeso amontonadas.
Pero tuve la suerte de decidirme a entrar y lo que me encontré fue excelente [mejores fotos y contexto aquí]:
Enfrente de esos bustos me senté un rato; se podía oír piezas de música clásica de tema clásico (Norma de Bellini, Dido y Eneas de Purcell, Orfeo de Glück, Lamento de Ariadna de Monteverdi, algo de Vivaldi, Julio Cesar en Egipto de Haendel). Ahí me las den todas.
Estaba todo admirablemente puesto, sin agobiar, explicando muy bien por qué y cómo surgió la cultura de la copia, la tradición que tiene, su importancia:
Si podéis, después de haber disfrutado de lo más importante, que sigue siendo la colección del Museo de Escultura, pasaos por ese anexo fascinante.
[documentos de sala en pdf]
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