miércoles, 13 de noviembre de 2013

El claustro de Silos

Me lo propuso mi madre: estábamos a 14 kilómetros y no pude decir que no. Hacía muchos años que no visitaba Silos.
Por más que me esperaba algo grande, la visita estuvo por encima de toda ponderación. Es como el ferrari del románico, si es que las iglesitas que veo yo por Galicia (y que me gusta tanto ver), son un decoroso Seat 600.
Fuimos viendo los capiteles y las grandes escenas en las esquinas. Yo decía lo que se me iba ocurriendo a medida que lo íbamos descubriendo, entre ohs y ahs continuos, y mi madre le parecían muy bien todas mis teorías. Lo disfrutamos un montón:


[foto, de la wikipedia]. A la izquierda la Asunción y a la derecha la escena de Pentecostés, con el Espíritu Santo como un dedo que baja, digitus paternae dexterae.

Por elegir una escena, esta en dos niveles, marcados por la diagonal:


Los guardas abajo: qué detalle de las telas, qué armonía de la composición.


Arriba, el Cristo muerto que es enterrado, con una mano rígida como de madera de una imagen articulada, que señala al ángel que lo que muestra a las santas mujeres es ese mismo sepulcro vacío sobre el que se sienta como si fuera un balancín con el que hace palanca riéndose de la derrota de la muerte:




Había capiteles simplemente prodigiosos:




Como siempre, los amigos del Románico Aragonés tienen la mejor página con las mejores fotos.

3 comentarios:

  1. En cierta manera tu agosto es parecido al mío respecto al Camino de Santiago: da para muchos días, solo mirando las fotos. Las fotos: tiendo a olvidar lo evidente, o sea, que son "documentos" siempre, como creo que decía Walker Evans, uno de mis fotógrafos predilectos, por su integridad y calidad, importantes ambas. No olvido que este año, o curso, en términos académicos, debo mantener presente el románico. Cada uno de nosotros tenemos un calendario personal, no siempre coincidente con el calendario mediático (ahora es, ya, prenavidad).

    Un abrazo

    ResponderEliminar