lunes, 21 de octubre de 2013

Afuera gusanitos

Leí ayer el artículo de Enrique sobre la objeción de conciencia con grandísima admiración.
Y no entrar en lo que supondrá la deriva que estamos padeciendo en todo Occidente, que traerá muchos problemas a quienes sigan su conciencia, quizá porque todos ellos son menos importantes que el grandísimo de trampear con la propia conciencia.

El sábado había leído en Dante esto, antídoto contra esa perniciosa idea de la conciencia como un gusanito:
coscïenza m'assicura,
la buona compagnia che l'uom francheggia
sotto l'asbergo del sentirsi pura.
“seguro en mi conciencia, esa buena compañera que anima al hombre con la condición de sentirse pura” (28.115-117. Trad. N. González Ruiz, BAC).

2 comentarios:

  1. De gustanitos y de buenas conciencias hablan aquí:
    http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/21/actualidad/1332333677_183424.html

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  2. Es un artículo supuestamente ligero: solo ve la conciencia como una especie de feed-back socialmente construido (y justo ese es uno de los problemas de organizar todo un sistema omniabarcante en torno a la cuestión de la ejemplaridad).
    En realidad, el artículo me parece sobre todo un autorretrato bastante fidedigno.

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