sábado, 11 de mayo de 2013

Lugo / León / Palencia / Burgos (5)

Llegué a Burgos al final del día (tardé menos en llegar de lo que tardo aquí en contarlo) llevando la empanada por delante, para ver si no se fijaban en mis gorduras.
La táctica del pelo recién cortado tuvo éxito de primeras, pero pronto se dieron cuenta mi madre y mis hermanas de que no he adelgazado lo que debiera. Y entre mi pelo, que ralea cada vez más, bien que notó Marga unas heriditas, aunque no eran nada, pero sí que las vio, buena es.

Y teníamos que ir a recoger a mi sobrina, que estaba en hípica (esto es ascenso social: de campesinos a caballeros en tres generaciones). Y nos pusimos a esperar y no salía. Fue un poco angustioso -no fuera que la hubiera raptado alguien- sobre todo porque le estaba poniendo a mi hermana Eva la música de una ópera de Philip Glass, El enebro, con esa letra de:


Mama killed me, / papa ate me / little sister bundled my bones under the juniper.
(Mamá me mató / papá me comió / mi hermanita juntó mis huesos bajo el enebro).

Al final salió, que había habido un malentendido: Irene está muy mayor y muy guapa; se parece cada vez más a su madre.

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