jueves, 24 de enero de 2013

Y cuatro cosas más del libro de conversaciones de Alejandro Llano

Las cuatro de Caminos de la filosofía:

1. Valor de dar clase:
Es el tipo de descubrimientos que haces cuando tratas de explicar en clase algo que tú mismo no acabas de entender. Es esa tensión cuando a veces se hace la luz. Y adviertes que has dado en el clavo, porque entonces puedes explicar de corrido lo que siempre se te ha hecho cuesta arriba y no conseguías que los estudiantes lo entendieran (55).
2. Una vez estuvo en una Escuela de Negocios y un profesor dijo que la ética es rentable; y él contestó «O no»:
Ser bueno y parecer bueno son dos cosas distintas, y no raramente contrapuestas. Esta es la primera lección de la moral natural: hay que diferenciar lo aparentemente bueno de lo realmente bueno. Lo otro es un tópico de la ética empresarial: que la moral es rentable. O no, insisto. Porque muchas veces la ética es ruinosa. No pocas personas se han arruinado por ser honradas, y otras muchas se han enriquecido por no serlo (355).
3. Sobre los filósofos como entretenimiento de «los hombres y mujeres de provecho»:
Si en un congreso, por ejemplo, de empresarios o de arquitectos, se invita a un filósofo que escribe en los periódicos y sale en televisión, lo que se espera de él es que diga alguna boutade que escandalice superficialmente a los hombres y mujeres de provecho, que hacen lo que pueden para sacar adelante este país. Así se distraen y confirman que ellos son los que se ocupan de cosas serias (225).
4. Se ha abusado tanto de la palabra diálogo que da miedo ni siquiera escribirla, no vaya a salir a continuación todo ese bullshit de "si hay diálogo todo se arregla" o "todo se soluciona con el diálogo", como si fuera una aspirina de efecto instantáneo. Pero claro que es importante el diálogo:
En una discusión filosófica, al tiempo que defendemos la propia posición, vamos sopesando las razones de nuestro interlocutor. y cuando ya no estamos bajo la influencia emocional del enfrentamiento dialéctico, aceptamos interiormente que era el otro el que tenía razón. Y al poco tiempo, nos sorprendemos a nosotros mismos defendiendo la postura que antes habíamos tratado de impugnar. Si dirigimos con otro los ojos a la realidad, el dialogo tiene unas consecuencias imprevisibles y, en ocasiones, sorprendentes. La condición para que suceda esta maravilla es la disposición a anteponer el valor de la verdad al placer del supuesto triunfo retórico (30-31).

6 comentarios:

  1. Creo que los interesados en esta disciplina suelen preguntarse dos cosas: ¿de qué trata la filosofía? Y ¿por qué hay tantas opiniones diversas, que parecen no tener que ver unas con otras?

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  2. La cuarta reflexión es para enmarcar, o para llevarla siempre con uno cosida en una prenda de ropa, como llevaba Pascal aquello de "no el Dios de los filósofos, sino el de Abraham, el de Isaac, el de Jacob".

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  3. Hipotesis de Riemann24 de enero de 2013, 18:11

    Magníficos el 2 y el 3.
    Cada vez que escucho "la ética es rentable", siento la urgencia de salir corriendo. Hay 3 grandes razones:
    - Tiene el veneno de las consignas tóxicas metidas en píldoras de colores.
    - Me confirma que estoy hablando con un papagayo de ínfima estofa.
    - Como paquete de información, me resulta de la misma consistencia que decir "el fútbol es naranja".
    Con el 3, la clava: el filósofo como vedette/bufoncete, que sale a entretener/epatar. En el comentario hasta se vislumbran las miraditas y los cuchicheos entre los presentes. A partir de ahí, toda una plétora de variantes: el especialista de economía metido a pensador de alquiler, el intelectual de RRHH que suelta "esto de los valores está muy bien", etc. La gama completa.

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  4. Mi compañero de despacho pudo disfrutar de un clase de Zizek (ejemplo paradigmático de vedette) en la London School of Economics.

    Me cisco en las escuelas de negocios (IE e IESE sobretodo, por concretar). Pero nunca agradeceremos lo suficiente a sus charlatanes que nos muestren tan a las claras, tan sin complejos, el cáncer moral que padecen.

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  5. ¡Ojú, qué buenísimos los cuatro!
    Lo del 1 pasa muchas veces. Qué satisfacción produce.Precisamente ayer leía una crítica de E. García Máiquez, sobre Eugenio d'Ors, en Ambos Mundos,que incidía en esto y me impacto,"no hay más que una manera de aprender, enseñar"

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  6. Muy buenos, me entusiasma el "o no", tan parco. Qué vas a decir si ya se empieza mezclando el tocino con la velocidad.
    Cada vez que oigo lo de la ética rentable, cada vez que lo huelo (y apestan los anuncios de la Caixa y los de todos "mis" Bancos, o el de Balay últímamente, que me levanta casi tanto sarpullido como aquellos de "El gobierno de España"; o cuando llamas a las pobres teleoperadoras: le-atiende-Jessica-dígame-en-qué-puedo-servirle y te piden que antes de colgar contestes si has quedado satisfecho con su atención...) no puedo evitar acordarme de algo tan viejo como Hamelin, o el lobo de los siete cabritillos con la pata empolvada o todos los Strómbolis del mundo. La flauta y el guante y "el arte es para ti", son rentables. Incluso no cargarse a la gallina de los huevos de oro, que hasta eso van aprendiendo, es rentable; la ética ni lo es ni no lo es, es que le es ajena la rentabilidad (cualquiera, la de aquí abajo y la de allá arriba), es que en sus cercanías deja de ser ética y pasa a ser otra cosa.
    Sobre el punto 3. también habría que decir que a algunos "filósofos" les va mucho la marcha.

    Muchísimas gracias por todas las notas. Las anteriores también eran buenísimas y reconfortantes. Ya he pedido el libro para mi cumple.

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