martes, 22 de enero de 2013

Cómo empezar a estudiar filosofía

En ese libro de conversaciones con discípulos suyos, Alejandro Llano da buenos consejos:
Hay que recordar, con Leibniz, que lo difícil en filosofía es afirmar. Criticar o impugnar es una tarea secundaria y, desde luego, más fácil: está al alcance de cualquier fortuna intelectual. Al aprendiz siempre le recomendaría que se acercara a una tradición afirmativa: fenomenología, aristotelismo, kantismo... o sea, primero las grandes formulaciones constructivas. Yo no le aconsejaría a nadie que empezara por estudiar a Nietzsche, o a Hume, porque ahí empiezas y ahí acabas, sino a Platón y Aristóteles, porque ahí empiezas y nunca acabas (107).
Anima a empezar desde lo que no se entiende:
En contra de cualquier adanismo filosófico, nunca se puede partir de cero: siempre hay que situarse in medias res. El puritanismo metodológico tiene mucho de artificial e incluso de ridículo. La única manera de aprender filosofía es ponerse a leer libros, ir a clases de filosofía, o charlar incansablemente con un auténtico filósofo, si tienes la suerte de encontrarlo.
Critica el pedagogismo:
Prohibir metódicamente el situar a los alumnos ante algo que todavía no entienden, es un error de bulto. Una de las cosas más formativas es el esfuerzo por comprender planteamientos que, de entrada, no se entienden.
Por eso anima a ir a conferencias de nivel alto, aunque uno tenga miedo de no entenderlas, y a leer libros difíciles: "hay que leer lo que todavía no se comprende, para llegar a entenderlo" (181-182).

Termino este cortapega con tres citas más sobre el aprendizaje filosófico:
Hartmann decía que el empeño de la filosofía es, no descifrar enigmas, sino descubrir portentos (226).
Filosofar -como decía Heidegger- consiste en ser toda la vida un principiante (240).
Como decía Ernst Tugendhat, más bien problematizándolo, la filosofía es la orientación de toda la vida hacia la verdad. Y eso es precisamente lo que hoy día se cuestiona: si es posible orientar toda la vida hacia la verdad. Tugendhat tiene sus dudas al respecto. Pero yo no las tengo. Creo que la filosofía es la orientación de toda la vida hacia la verdad, y que es posible ese estilo de vida (375).

6 comentarios:

  1. Con tu permiso, voy a 'chinchorrear' [1. tr. Molestar, fastidiar. Real Academia Española].

    En general, me parecen consejos excelentes, no sólo para el estudio de la filosofía, sino para cualquier otra disciplina.

    Por ejemplo, la medicina. A los alumnos de primer año no se les enseña anatomía meramente con grabados o dibujos, sino que desde el principio se les hace pasar el trago de examinar cadáveres (pero antes de examinar cuerpos vivos). Quiere decirse que no hay que demorar al estudiante en nociones preliminares, sino introducirlo de hoz y coz en la materia, tal como es.

    En filosofía, como enseñaba un gran maestro (no por casualidad casi todos los grandes filósofos fueron profesores), "no se aprende filosofía, sino que se aprende a filosofar". Habría que matizar que las lecturas, conversaciones y conferencias (cuanto más difíciles mejor, muy bien observado), deben conducir al discente a pensar por sí mismo. Se debe aprender a pensar, no a saber lo que han pensado otros.

    Otra cosa es que la filosofía, tal como se entiende hoy en los medios académicos (de enseñanza secundaria o superior) sea una disciplina anacrónica, por falta de cacho, o de ubicación.

    No quiero decir que no sea una disciplina valiosa (en absoluto sí), sino que a lo que llamamos hoy filosofía (muchas veces tan sólo doxografías) no coincide con aquello que tenían en mente Platón, o Santo Tomás, por poner dos casos muy heterogéneos.

    Lo que me parece muy inconveniente (y por tal motivo desaconsejo vivamente esos estudios) es que la filosofía pueda estudiarse hoy aislada, fuera de contexto. En la antigüedad eso no era así. Los griegos enseñaban filosofía como parte de la educación de futuros políticos, abogados y administradores. Y en las escuelas, era disciplina necesaria para la ciencia sagrada.

    Tal vez habría que añadir algún otro caso extremo (v.gr. Bertrand Russell, la filosofía como disciplina del matemático o del científico, etc.). El caso es que lo primero de lo que debiera enterarse un neófito de esta disciplina, es que aislada, como mero juego conceptual, no tiene sentido alguno.

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  2. Joaquín, lo que me suele pasar con tus comentarios es que no sé al final qué defiendes y qué criticas.
    Por eso, no acabo de ver que estés 'chinchorreando' aquí. Aunque ya digo, no sé bien qué es lo que defiendes.

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  3. Lo que defiendo es que supriman las facultades de filosofía.

    La enseñanza de la filosofía como disciplina autónoma carece de sentido, a mi juicio.

    Aunque es cierto que esto sería predicable de cualquier otra disciplina (la filología, el derecho o la medicina).

    En general, la idea que defiendo es que el estudio y ejercicio de las disciplinas y las artes no es comprensible aislado del entorno (y es un problema más acusado en filosofía).

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  4. Para el que quiera profundizar más en el tema aquí está un resumen del conocido debate que mantuvieron a finales de los sesenta los filósofos marxistas Manuel Sacristán y Gustavo Bueno sobre el papel de la filosofía en el conjunto del saber.

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  5. Conocía el sabio panfleto de Gustavo Bueno, aunque no el de Manuel Sacristán, con el que al coincido: suprimir las facultades de filosofía, aunque no en absoluto los estudios de filosofía (que debe orbitar como reflexión de otras disciplinas, sea la arquitectura, el derecho o la economía).

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