miércoles, 31 de octubre de 2012

Un regalo

Alguien me dejó esto de José Jimenez Lozano en un comentario a aquella entrada del otro día; y cómo me alegró y cómo me consoló:
LAS MENINAS
Le dijiste al crítico de arte:
Está bien su explicación, pero
yo sólo vengo a ver a María Bárbola,
a Nicolasillo Pertusato, al perro,
y a ver abrir la puerta al Intendente Nieto.

Te callaste
que en aquella habitación no se respira;
la Princesita bebe agua ¡Pobre!
¿Y si me preguntase?
Yo he visto su sepulcro en Viena.
Es de Elegías menores. Y sobre ello escribe en otro texto suyo, ahora en prosa.

Me siento muy orgulloso de haber aprendido esta difícil lección de maestro tan bueno. De saber no sé, pero de maestros sí que presumo.

3 comentarios:

  1. Qué buenísimo y lúcido y maravilloso es Jiménez Lozano. No conocía el otro texto, que amplía estupendamente el poema (para mí uno de los mejores suyos ¡con lo que eso significa!). Gracias, Ángel.

    Ah, y por si alguien quiere conocer la poesía de Jiménez Lozano, Elegías menores es un poemario sencillamente prodigioso.

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  2. No entiendo muy bien el final del poema.

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  3. Lo explica en el texto en prosa que he enlazado.

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