lunes, 6 de febrero de 2012

Gaya nos mejora

Estuve leyendo ayer, del número monográfico de Escritura e imagen dedicado a Ramón Gaya, los artículos a que me llevaba primero la querencia.
Y qué delicia. Otra señal de la grandeza de Gaya es que los que escriben sobre él se engrandecen hablando de él. A contrario, el arte malo da una literatura a su altura (en todo habrá excepciones, pero esto que digo me parece indiscutible).

Y leed a Enrique Andrés Ruiz, qué interesante su esfuerzo de explicarnos por qué Gaya se ahogaba en Méjico (y de paso, la deriva del arte contemporáneo), a Miriam Moreno que se fija en el brazo muerto de Lucrecia en la pintura de Rosales y niega con él la muerte de la pintura, o los poemas de Eloy Sánchez Rosillo, o el de de Andrés Trapiello.
Y qué extraordinario artículo de José Muñoz Millanes sobre los 'Homenajes' de Gaya, de cómo organizaba aquellos altarcitos y cómo y con qué amor los pintaba.
Pero el que me conmovió fue el artículo de Pedro García Montalvo, escrito con qué delicadeza y con qué emoción.

1 comentario:

  1. Indiscutible y muy bien visto el "a contrario", salvo que la literatura se escriba contra el arte malo (aunque puede que ningún "contra" engrandwezca como un buen "a favor").
    Muchísimas gracias por los enlaces.

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