Aunque sea una afirmación dura, afirmo con toda rotundidad, sin temor a ser contradicho, que el objetivo de la mayoría de la gente tenida por devota y religiosa, la mayoría de esos que llaman "honrados" e "intachables", es, según todas las apariencias, no cómo agradar a Dios sino cómo agradarse a sí mismos sin desagradar a Dios. Estoy seguro -en la medida en que podemos juzgar a los hombres en general por lo exterior- que hacen de este mundo el objeto principal de su vida y usan la religión como una especie de correctivo, un freno, para evitar un excesivo apego a las cosas del mundo. Creen que la religión es un principio negativo, una especie de moderado amor al mundo, un lujo moderado, una avaricia moderada, una ambición moderada y un egoísmo moderado.[Beato] John Henry Newman Sermones parroquiales /4, Encuentro, Madrid, 2010, traducción de Víctor Garcia Ruiz et al.
martes, 24 de enero de 2012
Nosotros, los honrados
Glup:
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Pues sí, ¡glup! y yo diría más, ¡glup, ups!
ResponderEliminarY si le añadimos lo que leí el otro día de que en la Iglesia hay demasiados bautizados y pocos discípulos, rematamos la faena.
Saludos.
Me ha recordado al dorsiano "los de siempre".
ResponderEliminar¿Demasiados bautizados???!!! Es como quejarse de que hay demasiadas tías buenas en un bar.
qué atinado, este don Juan Enrique
ResponderEliminarUfff... Creo que es lo más sobresaliente (y estimulante) que he leído en los últimos días.
ResponderEliminarGran entrada. Me ha dejado anonadado.
Balaverde, aunque el bautismo es cosa buena en sí misma, la contraposición bautizado-discípulo es porque algunos no pasaron de ahí y en la Iglesia hoy se necesitan discípulos, seguidores, esas cosas...
ResponderEliminarSaludos.
Sí, followers son lo que se necesita.
ResponderEliminarHoy día hay mucho "cacho carne sin bautizar"( expresión que se utilizaba en pueblos de Cádiz antiguamente) deambulando y vagando por estos lares.
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