Como muchas otras en Estonia, tenía tejado de uralita. Y debe de ser el efecto de meses de nieve encima, pero hasta quedaba bien, que ya es para una uralita, con lo mal vista que está por aquí.
Allí el frío consigue hasta hermosearla. Y además el musgo.
-¿Y la escalera en el tejado?, preguntaba yo.
-Para quitar la nieve desde ahí, porque puede hacer destrozos tremendos.
Y esos colores como apagados -quizá también el frío los ha dejado en su justo punto.
Preciosas fotos... enhorabuena
ResponderEliminarMil gracias. La manía tuya esta de mirar, nos hace el favor de llevarnos de viaje :)
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