jueves, 1 de septiembre de 2011

El altavoz del tonto del pueblo

Tres semanas sin escribir aquí: me ha costado.
Estos días estaba pensando que soy como el tonto del pueblo al que le dan un altavoz y se pasea por las calles a voz en grito: la gente se ríe al principio, los amigotes le jalean, hasta sus familiares pasan un segundo de la preocupación a la compasión, al ver que por fin hace algo que parece útil.
Bueno, la diferencia es que mi altavoz lo oye el que quiere.

Y aquí estoy otra vez agarrado al aparato, dispuesto a no dejarme nada dentro, empezando por tanto que tengo que contaros de estas tres semanas en Estonia*.

*Lo de los más pobres de los pobres (en lo lingüístico) era una adivinanza: las únicas lenguas no indoeuropeas de Europa son el vasco, el húngaro y el finés y estonio. Vascos y húngaros tienen orgullo bastante. Y entre fineses y estonios, más pobres parecen los estonios. Chiste tonto, ya se ve.

3 comentarios:

  1. No sabía que el estonio compartía el grupo de los inclasificables... ¿Has aprendido algo de estonio? ¿Puede competir con la lengua del Paraíso, que está también en ese grupito?

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  2. No hace falta que andes gritando con ningún altavoz, porque aquí nos tienes escuchando :)

    Un abrazo

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  3. Pues yo te hacía en un monasterio cartujo, :-).

    Bienvenido al curso nuevo.

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